Oscurece siempre a la misma hora y mis ojos logran entonces poder ver claramente. La noche siempre se anuncia en la Sonora Nocturna. Una sinfonía contínua de sonidos que se dibujan en mi mente como pinceladas vivas de colores y determinadas formas. Todas ellas son cíclicas y pueden ser grabadas en un disco. He vivido alejado de las personas aunque de día me rodeo de ellos en una cotidianidad sin sentido.
La noche es diferente. Un deseo recorre todo lo que pertenece a mi ser. Mi corazón se acelera de sólo imaginar en mis deliciosas víctimas. De sólo pensar, siento como si se me afilasen los colmillos. Las presas siempre llegan a mí y se entregan por sí solas a ser devoradas. El momento se vuelve un éxtasis del que es prácticamente imposible de controlarme. Sin embargo, cada vez me siento más vacío y más muerto. He intentado mil veces dejarlo pero es inevitable dejarse vences ante la seducción de las carnes.
He logrado no ser una amenaza para mi mundo con los desenfrenos de mi carga. En una noche acabada de ser mojada por la lluvia, una nueva víctima andaba caminando por un callejón de la ciudad. ¿Acaso no comprende que existen seres como yo? La sangre y la carne nulifica nuestra razón, haciéndonos seres insensibles. En ese callejón no había más nadie, 3:32 AM segun mi reloj digital y allá arriba aquella gran figura en el cielo que todos llaman luna creciente. Me dejé aparecer lentamente entre las sombras de la oscuridad. Mis ojos estaban fijos a ella con una fortaleza que sólo los seres como nosotros podemos realizar. Ella no se inmuta con mi presencia y lejos de sentir miedo puedo observar en ella como poco a poco se incendia en ella un deseo inconsciente. Doy unos pasos hacia ella firmes pero a la vez lentamente. Cuando te dedicas a desarrollar tu propio lenguaje corporal, la seducción de las víctimas se hace cada vez más simple. Por otro lado, debo recalcar que esto sucede gracias a la pobre fortaleza que estas presas poseen. Se dejan guiar por el deseo volviéndose sólo carne y sangre para los seres como yo. Es curioso que el secreto de la atracción se mantiene aun oculto porque las personas sólo se preocupan por la satisfacción de sus deseos. ¿Me estará pasando eso también a mí?
La mujer estaba frente de mí y extrañamente parecía que ella era quien me quería devorar a mí. En esos momentos, mis latidos se aceleraban, la delicada figura me provocaba devorarla y el hambre se me agudizó. Mi dentadura pude sentirla como poco a poco iba afilándose y una vez me acerque a su oído ya era tarde para ella escapar.
Otra vez, luego de acabar, volvía ese gran vacío que por más víctimas encontrara en la noche podía yo saciar. Esa noche, sin embargo acababa de percibir que alguien me estaba observando. Nadie parecía estar si miraba rápidamente por lo que el ser estaba escondido en las sombras. De repente este salió de las sombras del callejón pero su túnica no me permitía reconocer su rostro.
Por Angel Yamil Ortiz Torres © 2012
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El Testimonio del Nocturno
ParanormalLas noches se vuelven intensas con el deseo. Se incendía mi interior al pensar en devorar y saciar mi sed con mis víctimas... ¿O acaso la victima soy yo? Este es mi testimonio... La vida de un ser que en las noches tiene un deseo que por más que in...