Todo fue mas ameno a partir de integrar a Kevin a nuestras vidas, es un chico muy dulce aunque tiene algunos problemas de autoestima, me canse de regañar a Richard al respecto, pero este decía que tenía que hacerlo o el joven no se daría cuenta de su propio valor, también resultó ser un luchador apasionado, aunque ese cambio se dio después de perder a sus pequeñas mascotas, que para él eran sus hijos, me alegró que Richard no hiciera un comentario al respecto.
Septiembre fue un mes de eventos benéficos para Richard, casi cada tres noches tenía que asistir a alguno, lo que resultó ser un infierno para mí, tenía que escuchar en la oficina los planes para las reuniones y soportar ver llegar a las acompañantes de Richard para las cenas, todas modelos o influencers, todas cuidadosamente escogidas por su apariencia y por estar en contra del movimiento feminista actual.
Estaba siendo inmaduro y lo sabía, Richard me pidió que lo acompañara, pero no seria prudente con la demanda de divorcio, seria un escandalo que no lo beneficiaria para nada.
Richard siempre se aseguraba de presentarlas como buenas amigas.
Pero en casa Antonella y yo no cabíamos de los celos, mas aun por que por esos eventos no llegaba a dormir en casa y ella ya casi no lo veía, comencé a comportarme como una novia celosa, sin tener el derecho.
Mucho tenía que ver también que por esas fiestas no habíamos tenido ningún encuentro íntimo, parecía que lo de esa noche fuera un sueño, la tensión crecía entre nosotros, incluso Kevin lo notaba cuando estaba en la oficina con nosotros, Richard y yo comenzábamos a discutir por nada, sinceramente no era Richard, era yo que le quería llevar la contra en todo.
Por eso cuando esa noche canceló su asistencia a la fiesta de beneficio a personas sin hogar me sorprendí, la joven estaba esperando en un vestidor privado, y el chofer estaba listo, le acababa de decir que todo estaba bien, que Antonella y yo cenaríamos pollo al horno en casa y que todo estaba bien, cuando llamó a su asistente y canceló todo.
Tal vez fue la forma en que mis manos temblaron cuando le acomodé la corbata o que no podía verlo a los ojos al despedirlo.
- Loren discúlpeme con la señorita y envíe una disculpa a la Señora de McGregor, dígales que tengo una emergencia familiar y por ello no podre asistir a la cena, que enviaré un cheque después.
Tanto su secretaria como yo nos quedamos atónitos, incluso Antonella lo veía incrédula.
- ¿Pasó algo con tus padres?
- No, supongo que ellos están bien, pero nosotros no y quiero arreglarlo, aunque no sepa bien de que se trata.
Richard me tenía sujeto de la barbilla mirándome a los ojos, quería besarlo en ese momento.
- ¿Se van a besar?
La voz de Antonella me regresó a la realidad, de donde sacara esta niña esas ideas, es verdad que quisiera besarlo, pero no nos comportamos de esa manera frente a ella, de hecho, desde ese día en mi recamara no nos hemos vuelto a besar.
- Iremos a casa y cenaremos todos juntos ¿te gusta la idea princesa?
- ¡¡Me encanta!!
Salimos de la oficina directo a casa, nunca noté que Loren se veía molesta por la decisión de Richard, últimamente no prestábamos mucha atención alrededor.
El mundo se reduce a nuestra pequeña familia y eso me hace muy feliz.
**
Nunca creí que mi plan funcionara tan bien, desfilarle a cuanta mujer hermosa encontré a Richard para darle celos funcionó de maravilla, bien podría organizar mis salidas desde mi apartamento, pero quería que sintiera celos, que aceptara que teníamos algo, y que eso podía ir a más.
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Leyes del Amor Libro 3
RomanceCuando la ex novia de Dominik Biagio le dice que está embarazada y quiere abortar este la convence de que le entregue el bebé y decide ser padre soltero. Cuando ella se va y lo deja con su hija recién nacida el gira toda su vida en torno a su pequeñ...