XXII

131 10 14
                                    

4/5

Zayn Malik

No sabía exactamente qué hacer, ¿A dónde podía haber ido? No se había comunicado con Liam, quien, hasta el momento era la única ayuda con la que contaba.

«No te preocupes Zayn, hablaré con la señora Horan»

Me había dicho el menor y cuando confirmó que Niall se encontraba en su ciudad natal, no lo pensé dos veces y tomé el primer tren a Bradford, rechazando la compañía de Shawn pues ambos debíamos arreglar la situación solos, sin interrupciones ni terceros.

El viaje no era tan largo, pero tampoco tan corto, tuve tiempo para pensar lo que debía decirle a Niall, aunque sabía que probablemente cuando estuviera frente a él se me olvidaría todo y actuaría como estúpido, otra vez.

Finalmente, y sin percatarme, me quedé dormido y cuando abrí los ojos ya nos encontrábamos arribando en la estación.

El clima en Bradford no era muy bueno, la gélida brisa marina heló mis mejillas y no pude hacer más que acurrucarme en el gran abrigo que Harry me había obligado a llevar; mordí mi labio inferior mientras me acercaba más a la dirección brindada por Liam. Bien, el pequeño me había ayudado mucho, cuando finalmente solucionase las cosas le devolvería todos los favores, lo ameritaba.

Cuando estuve frente a la residencia cerré los ojos y llené sus pulmones de aire antes de caminar unos pasos más y atreverme a tocar el timbre.

Uno, dos, tres minutos me tomó decidirme finalmente, no podía permitirme actuar como un cobarde, no cuando ya estaba ahí.

La puerta fue abierta de inmediato por una mujer muy parecida a Niall, quien me observó con curiosidad, sentí mis manos temblando y no precisamente por el frío.

—¿Eres "Zayn", verdad?—la manera en la que me llamó y su voz me parecieron terriblemente tiernas, asentí tratando de evadir su mirada— pasa. —se hizo a un lado y la pequeña sonrisa que me regaló me tranquilizó un poco.

Honestamente creí que me echaría o algo por el estilo, pues si pudo reconocerme era obvio que Niall le había hablado sobre mí y no creo que haya sido algo bueno porque básicamente en los últimos años solo me había dedicado a herirlo.

Con mis manos fuertemente cerradas en puños caminé hacia uno de los sofás ubicados en la hogareña sala y esperé a que la señora Horan me diera autorización para tomar asiento.

Eventualmente lo hizo, con un movimiento de cabeza y una sonrisita sutil.

—Usted...—comencé a hablar, encontrando muy interesantes mis manos ahora colocadas sobre mi regazo— Niall debió contarle todo...—levanté ligeramente la vista, los ojos de la señora Horan no tenían ni un pequeño atisbo de enojo.

—Escucha Zayn, —la miré, intimidado— no pienso entrometerme en los asuntos que tienes con mi hijo, has llegado hasta aquí y espero que no le hagas llorar una vez más porque te prometo que no te gustará ver mi reacción. Niall es una persona preciosa y ni tú ni nadie tiene derecho a herirlo de tal manera, —sentí un nudo en la garganta— espero que arregles las cosas con él porque soy consciente de cuanto te quiere, pero debes saber que es tu última oportunidad y, si Niall en algún momento lo duda y te da otra chance si llegaras a equivocarte otra vez, yo misma me encargaré de impedirlo.

Solo me quedé ahí, como el idiota que era, mirando mis dedos que ahora jugueteaban entre sí, dirigí mi vista nuevamente a la mujer cuando ésta se puso de pie, caminó hacia el perchero y tomó su gran abrigo, enfundándose en él.

—Los dejaré solos, Nini está en su habitación. —me brindó otra sonrisa y sin más, se fue.

Me pareció increíble que me haya dejado a solas con él.

—Me sorprende que hayas venido. —fue lo que dijo Niall en cuanto me vio, me sentí extremadamente nervioso.

—Sí, bueno... Yo...—titubeé— Necesito hablar contigo.

Estúpido, lo sé.

—Leí todas. —espetó. Lo miré con curiosidad pues no entendía exactamente a qué se refería, él pareció notar mi confusión ya que señaló con un movimiento de cabeza la caja que le había entregado antes y que ahora se encontraba sobre el pequeño escritorio en su habitación.

—Sé que fui un idiota...—empecé a hablar.

—Un gran idiota. —interrumpió él e hice un mohín.

—Y también sé que sufriste durante mucho tiempo por mi estupidez...

Niall caminó hacia su cama y se sentó sobre ésta, estuve tentado a hacer lo mismo pero pensé que, en ese momento, no era lo más prudente.

—Pero Nini, tú no nos permitías explicarte cómo sucedieron las cosas realmente.

Él enrojeció, haciendo un puchero jodidamente adorable.

—Yo pensé que tú y Shawn...

—Lo sé. —lo interrumpí, juntando el suficiente valor para sentarme a su lado.

Nuestras miradas se encontraron y permanecimos así por varios segundos, con nervios y temblorosamente acerqué mi mano izquierda a una de las suyas, permitiéndome solo sentir su piel, sin realizar movimiento alguno.

Sentí los nervios de Niall cuando su cuerpo pareció tensarme y sus mejillas se tiñeron de un bonito color carmesí.

De un momento a otro él frunció el ceño y alejó su mano de la mía.

—Debiste decírmelo en cuanto empezamos a compartir habitación. —reprochó— ¿Sabes cómo me sentía cada vez que hablabas sobre Shawn? —Unas cuantas lágrimas cayeron, humedeciendo sus mejillas— Cuando hablabas con él y parecían una verdadera pareja, ¿Sabes que era lo único que podía hacer?—Negué sutilmente con la cabeza y mordí mi labio inferior, él soltó una risa amarga e irónica antes de continuar— Llorar, llorar porque a pesar de todo te sigo queriendo, llorar porque odiaba sentirme así, llorar porque realmente extrañaba a Shawn, yo simplemente... Yo...—titubeó y soltó algunas palabras casi ininteligibles antes de ahogarse en sus sollozos y no poder articular alguna otra frase u oración coherente.

Lo abracé, aunque trató de alejarse lo apresé fuertemente, acariciando algunos mechones de su cabello y aspirando su agradable aroma.

Lo abracé como había deseado hacerlo desde hace años.

Llegamos a un punto en que Niall sollozaba mucho más fuerte, lanzando algunos alaridos y moviendo los hombros, eventualmente yo también lloré, invadido por la culpa de saber que yo fui el causante de tanto dolor en un ser tan maravilloso como Niall Horan.

Pasaron minutos, horas quizás, cuando finalmente nos separamos, quedando aun lo suficiente cerca como para ver aquellos bonitos ojos, inundados en decepción.

Sentí una punzada en el pecho.

—Niall, perdóname, por favor. —supliqué.

Él cerró los ojos mientras trataba de acompasar su respiración.

—Te perdono. —dijo finalmente, mirando con una expresión neutra.

Mis ojos se abrieron con sorpresa y estuve a punto de sonreír cuando habló de nuevo:

—Te perdono, pero quiero que te vayas —abrí la boca para decir algo pero él continuó: — te perdono pero nada entre nosotros cambiará, Zayn Malik.

Y, en ese momento, supe que ya no tenía oportunidad alguna.








-Yxxnmxnsgxrl-

Quedate~~~ZiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora