II

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Me desperté al escuchar un fuerte golpeteo en la puerta, cubrí mis orejas ayudándome con la almohada para intentar volver a dormir pero los ruidos se intensificaron.

Me levanté a regañadientes, con las sábanas encima, dejando a la vista solo mis ojos. La habitación estaba a oscuras ¿Qué hora sería?

Observé un bulto en la cama contigua y quise curiosear, consciente de que se trataba de mi compañero de cuarto, pero los insistentes golpes en la puerta no me lo permitieron.

Sea quien sea que estuviera haciendo eso era un grosero.

Abrí la puerta gruñendo por lo bajo y me encontré con un chico algo alto, de sonrisa juguetona y hoyuelos debajo de los ojos. Me pareció haberlo visto antes, pero no recordaba dónde.

—Obedezcan si no quieren sufrir las consecuencias. —dijo golpeando su puño izquierdo contra su palma derecha después de entregarme una hoja de papel y desapareció por el pasillo.

Me pareció una tremeeeeenda ridiculez, sin embargo leí lo que llevaba escrito:

«Bienvenida a los polluelos:

Lugar: pasillo del tercer pasillo.

Asistencia obligatoria »

No sabía exactamente a qué se refería con "consecuencias" pero lo ignoré, no estaba dispuesto a desperdiciar mi tiempo en esas tonterías, prefería seguir durmiendo.

Arrojé el papel al azar antes de bostezar y dirigirme a mi cama.

Entonces escuché un ronquido. Fue bastante sutil pero supe que provenía de mi compañero que dormía pacíficamente a pesar de todo el ruido que se escuchaba afuera.

Me acerqué sigilosamente a él, estaba totalmente cubierto por las mantas y solo logré vislumbrar parte de su cabello sobresaliendo pero no pude determinar el color.

Su respiración se escuchaba muy tranquila por lo que decidí alejarme y dejarlo descansar, además que quería hacer lo mismo.

No pasaron ni cinco minutos cuando otro golpeteo en la puerta me despertó, pero esta vez aquella persona no sólo se quedó ahí, esperando a que alguien le abriera, sino que entro a la recamara como si se tratase de la suya.

Observé la silueta moviéndose por el pequeño espacio, se dirigió directamente al bulto de la otra cama y lo zarandeó fuertemente, abrí la boca consternado por las acciones del desconocido, quise reclamarle pero empezaba a tener miedo así que solo me limite a verlo.

El otro chico gruño cuando el de pelo corto y gran sonrisa intentó cargarlo.

—Apresúrate, es la bienvenida. —le dijo sin dejar de moverlo.

—Me importa una mierda la jodida bienvenida. —le respondió con voz rasposa, entonces me sentí más intimidado, porque había confirmado que ambos eran de años superiores.

—¡Oh! ¿Y él es? —le preguntó fijando sus ojos en mí, me hice pequeño en la cama.

—¿Mi compañero?— respondió irónico el de voz gruesa.

—¿Eres nuevo, verdad? —sentí un escalofrío cuando lo vi acercándose al interruptor y prendió la luz.

—Sí...—murmuré en un hilo de voz mientras parpadeaba repetidas veces para que mis ojos se acoplaran a la luz.

Cubrí nuevamente mis ojos con las mantas.

—Soy Nick Jonas, mucho gusto. —dijo mientras alejaba las sábanas de mí, lo miré asustado cuando pude reconocerlo.

Era Nick Jonas, lo recordaba perfectamente; el chico que una vez me envió una carta agradeciéndome, el amigo de Zayn.

—Hey, chico nuevo, te estoy hablando, no seas maleducado. —agregó travieso extendiéndome una mano, se la apreté torpemente.

¿Él no me reconocía? Se supone que era cercano a Shawn y que, posiblemente, sabía quien era yo, ¿Entonces porqué no decía nada? Supuse que sería por mi aspecto, había cambiado mucho en dos años.

—¡Pero mira esos ojitos!—exclamó jaloneándome para enseñárselos a su amigo.

Quise zafarme pero el tenía mucha más fuerza así que me resigné y dirigí mis ojos al otro chico.

Y sentí mi corazón deteniéndose.

Era Zayn Malik.

El mismo Zayn Malik al que le había escrito cartas confesándole mi amor.

El mismo Zayn Malik del que estaba enamorado desde los catorce años.

El mismo Zayn Malik al que no podía olvidar.

El mismo Zayn Malik que había visto besando a mi mejor amigo.

Lucía igual que siempre, con esa expresión de fastidio y la piel tan acanelada como el genibre, solo el color de su cabello había cambiado un poco.

Sentí las lágrimas arremolinándose en mis ojos y mordí mi labio inferior para no soltar un sollozo.

—Por cierto, ¿Cuál es tu nombre? —habló Nick y agradecí que lo hiciera porque, de lo contrario, no habría podido despegar mi vista del moreno con cara de pocos amigos que se encontraba en la otra cama.

—Niall Horan. —respondí temiendo ser reconocido.

Estaba casi completamente seguro de que Shawn le había dicho a Zayn quién era, de seguro se habrían estado burlando de mí por ser tan estúpido como para creer que tendría alguna posibilidad con el mayor.

—Zayn Malik. — habló y no lo miré, solo asentí con la cabeza.

—Bueno, bueno, ya que están hechas las presentaciones —el castaño dio un aplauso al aire— ¿Vamos a la bienvenida?— y meneó las cejas.

Asentí al instante y me incorporé de un salto, ni siquiera me preocupé por cambiarme de ropa cuando salí de la habitación.

Y es que realmente no sabía cómo soportaría ver todos los días el rostro de Zayn Malik.

No quería.


Ni podría.





-Yxxnmxnsgxrl-

Quedate~~~ZiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora