Todoroki llevaba tres días haciendo un maravilloso trabajo al ignorar a Midoriya.
Kaminari estuvo soportando, durante todos esos días, el semblante preocupado en el rostro de su ahijado y el constante desanimo de Midoriya. Todos habían notado que algo malo había pasado entre ellos y que, por alguna razón, se habían distanciado.
Nadie sabía que esa razón era Kaminari.
Llegar ese día lunes a la academia fue muchísimo peor, se suponía que ellos deberían pasársela junto a Iida y Uraraka actuando como el squad que debían ser. Sin embargo, Todoroki, fiel a esa estupidez, había vuelto a alejarse como lo hacía a comienzos de la academia, con la diferencia de que esta vez era acompañado por Kaminari.
El mismo Kaminari que ahora cargaba pañuelos desechables, porque cada vez que veía el rechazo de Todoroki hacia los múltiples intentos de Midoriya por entablar una conversación, terminaba llorando como una señora cuarentona.
Si no fuera tan bueno en ello, Denki comenzaría a odiar su trabajo de Cupido.
Se sorbió los mocos. Ya era el último receso e irían a la última clase, luego a los dormitorios donde probablemente Todoroki se refugiaría en su habitación para no tener que rechazar a Midoriya otra vez. Era admirable el valor que tenía Todoroki para seguir actuando normal ante los ojos grandes y sinceros que Midoriya poseía, esos que irradiaban aura de niño bueno e inocencia. Y sobre todo era admirable la terquedad de Midoriya, que seguía intentando una y otra vez hablar con su quiera-o-no-futuro-hombre, sin perder la energía.
Definitivamente, Midoriya estaba lleno de optimismo.
Sobre todo cuando Todoroki se había tomado demasiado literal lo de terminar las conversaciones el mismo.
Ahora mismo, Kaminari había ido por un par de bebidas energéticas, ambas para él, porque se estaba deshidratando de tanto llorar. Todoroki le estaba esperando en el pasillo, mirando por los grandes ventanales hacia afuera, seguramente preguntándose qué demonios estaba haciendo.
Iba a gritar su nombre para llamarle, pero debió esconderse tras la puerta de otro salón al ver a Midoriya y Uraraka andando por el mismo pasillo con dirección a Todoroki.
—Amigo, te equivocaste de salón.
—¡Shhhh, cállate! ¡Esto es importante!
Los chicos del curso general de tercer año se miraron entre ellos, hasta que decidieron que Kaminari del curso de héroes solo era estúpido y no haría nada malo.
Notó como Midoriya intentó devolverse por el pasillo, pero Uraraka lo sostuvo del cuello de la camisa y lo jaló hasta dejarlo quieto. Ella le frunció el ceño e hizo unas rápidas señas para que fuera hasta Todoroki, Midoriya negó fervientemente.
Kaminari debió abrir la lata de bebida energética porque comenzaría a llorar otra vez.
Uraraka le dio un empujón en la espalda y le obligó a caminar hasta Todoroki. Midoriya pareció resistirse hasta que cerró los puños y reunió valor. Se acercó a paso rápido y dio dos tímidos toques en el hombro de Todoroki.
Kaminari casi chilló.
Todoroki se puso tenso de pronto, volteándose lentamente para encarar al amor de su vida.
—Hola, Todoroki-kun.
Kaminari estaba seguro que Midoriya estaba haciendo esa gran y deslumbrante sonrisa a propósito. Es más, estaba consiguiendo justo lo que quería, aturdir a Todoroki. Le vio abrir y cerrar la boca como un pez y pasar una mano tras su cuello, detonando nerviosismo.
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• El Idiota de Cupido • [TodoDeku]
Fanfiction¡Era un plan perfecto! Kaminari lo sabía, todas las chicas lindas en la academia pensaban en volverse la novia de Todoroki, eso hacía bastante difícil su vida cuando quería coquetear con una. Si Todoroki tuviese una pareja, todo sería perfecto, las...