cap 8. soy el alfa y tú mi jinete

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La pareja de recién casados había vuelto algo agitados a su hogar, no sabían bien que había pasado, pero lo que si sabían es que ya estaba anocheciendo y ninguno tenía ganas de hablar de lo sucedido, al entrar a la casa se sorprendieron al ser recibidos por la hermana menor de Jack, a la cual por un momento habían olvidado. Emma los saludo con alegría.

-Mer me contó lo que pasó, me alegro de que estén bien.

La chica abrazo a su hermano y su ahora cuñado con fuerza, causándole quejidos de dolor a ambos. Emma se separó asustada y se cubrió la boca con las manos en señal de arrepentimiento.

-lo lamento, vienen del hospital, no se cómo se me pudo ocurrir- Emma se golpeó dos veces la cabeza -tonta, tonta.

Jack tomo la mano de su hermana mientras la miraba de manera cariñosa antes de atraerla hacia el y darle un abrazo, pero esta vez más cómodo y menos asfixiante. Hiccup también abrazo a Emma, ya que para el también era como una hermana menor.

-vengan, les hice un pastel de vainilla y un postre de chocolate.

Ambos caminaron siendo arrastrados por Emma, al llegar a la cocina no les sorprendió ver un pequeño (y si, por pequeño se refiere a inmenso) desastre de masa, chocolate, harina, leche, huevos y muchos ingredientes más. Emma tomo los postres y se los sirvió, ambos estuvieron algo nerviosos antes de probarlo ya que la última vez casi terminan en el hospital, pero a decir verdad, cuando probaron las creaciones de la chica, se sorprendieron de encontrarse con un sabor dulce y una textura cremosa y esponjosa. Ambos comieron gustosos los postres de Emma, la cual sonrió con una mirada iluminada ante el gesto, al acabar los postres, iniciaron una charla casual, tan despreocupados de todo, como si hubieran vuelto a la época en la que ellos estaban a punto de entrar a la universidad y Emma tenía doce años, recordó esos momentos en los que ella corría por la casa con una muñeca, el caminaba distraído con un libro en manos y su hermano Norte cocinando las galletas favoritos de los tres.

Ambos hermanos miraron los platos, habían recordado el mismo momento. Ese momento cuando eran pequeños y sus padres fallecieron.

Emma tenía apenas siete años, Jack había cumplido los catorce y Norte estaba haciendo solicitudes para distintas universidades. Ese día los tres hermanos estaban en esa misma barra comiendo el postre de fresas con crema que siempre preparaba su madre.

-Cariño, ya debemos irnos- el padre de los chicos bajo con un chal y un abrigo en manos.
-ya voy- la madre se acercó a Emma y la abrazo fuerte -No hagas travesuras juguetona- para Jack hubo un beso en el cabello -Adiós mi tormenta de nieve, cuida de tu hermana- Norte se acercó y el fue quien le dio un beso y un abrazo a su madre -Ho mi niño universitario, no olvides escribirnos los resultados.

Los tres hermanos sonrieron y también fueron a abrazar a su padre.

-Adiós mi princesita, cuídate mucho travieso, y no te rindas campeón- el padre abrazo a sus tres hijos y revolvió el cabello de los tres antes de salir junto a su esposa. Afuera había un pequeño diluvio, así que si ambos querían llegar al aeropuerto debían salir ya.

Jack sintió como su corazón se estrujaba en su pecho, así que no lo dudo y corrió hacia sus padres.

-Mamá, papá- ambos se voltearon hacia el llamado -hay algo que debo decirles, y siento que si no lo hago ahora, nunca podré hacerlo- los hermanos se quedaron en la puerta y sus padres callados escuchando -yo... Yo soy...- hubo un pequeño impulsó en el, no supo que fue pero lo dijo -soy gay.

(Hijack)la familia de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora