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Niall había despertado con dolor de cabeza esta mañana. Sin embargo había decidido ir al instituto igual, pues el poseer buenas calificaciones y entrar a una universidad dependía de eso, al menos para él. No corría con la misma suerte de Zayn, ni con la de las personas del circulo social cercano a él.

Como era de suponerse, el moreno aparentaba no acordarse de nada de lo sucedido la noche anterior.

Niall rió amargamente.

Después de que Zayn le preguntara incansablemente qué era lo que había hecho con su mente. Y ahora era él quien se lo preguntaba, mientras que lo veía reír con sus amigos y aquellas chicas que llevaba bajo su brazo.
Ellas se sentían orgullosas. No sabían que eran sólo unas más del montón.
Él también lo era.

Niall revisaba la fotografía en su celular. Había guardado una copia en su computadora.
No quería borrar ese momento de su vida jamás.
La veía cada vez que podía. Pero, contradictoriamente, no aliviaba su corazón herido, en realidad, lo hacia dudar de eso cada vez más. Le había sacado esa foto para probarse a si mismo que había sido verdad.

Se sentía como un iluso mirando una foto en su teléfono.

Su orgullo y su dignidad perdidas una vez más. ¿Cuántas veces más podría perderse a si mismo por estar rogando el cariño de alguien como él?

Se dijo a si mismo, se prometió,cientos de veces, que no caería. Pero sin importar las veces que lloró mirando al cielo y rogando a las estrellas que ese dolor cesara. Seguía estando allí. Era una herida abierta, y pensaba que no sanaría jamás.

Él no quería esto. Merecía algo más que sobras y un corazón roto.

Y él probablemente se odiaría por esto. Más que eso, quisiera simplemente tomar un cuchillo y enterrarlo en su pecho, por ser un maldito egoísta sin corazón.

Había vivido toda su vida siendo presa y testigo de abominables muestras de posesividad, manipulación y egoísmo de parte de su padre a su madre.
Cientos de veces en que le prometió suicidarse si ella le dejaba, incluso amenazaba con perseguirla y asesinarla o matar a Niall.

"Si no eres mía, no serás de Nadie, Maura" lloraba en su estudio, mientras bebía.

Y contar las veces que vio llorar a su madre, eran incontables. A pesar de amar a otro hombre, seguía quedándose allí.
Niall sabía que de alguna manera ella le quería, después de todo era su marido, el padre de sus dos hijos. Era un cariño enfermizo de parte de los dos. Docenas de veces en que hicieron al rubio sentirse tremendamente culpable de la atadura entre los dos.

"No te enamores, hijo -- Decía su Padre -- Mírame. Amé a tu madre más que a mi vida, y ahora estoy perdido. Muerto en vida, tratando de buscar un amor que de hace tiempo está perdido. Que pertenece a alguien más. ¿Y sabes que es lo peor?  Que a pesar de que ella ya no me ame, mi vida se ha ido con ella. Yo ya no tengo razones para vivir. No seas como yo, Nini. Es enfermizo, es horrible, sé cuanto daño les hago, y sin embargo, sigo manteniendolos atados a mí. Perdóname por esto Niall".

Palabras que resonaban tantas veces en su mente como las de su madre.

"Tu padre, Niall. Es el hombre al que más querré en mi vida. Pero no voy a mentirte, ya no lo amo. Los sentimientos se acaban, y yo ya no puedo obligarme a sentir nada por él. Lo he intentado. Cientos de veces, pero no puedo. Sin embargo, hijo, sigo aquí, porque me importa lo suficiente como para no dejar que se mate el mismo o haga cosas peores. -- Su madre secaba sus lágrimas -- No sabes cuánto daría por amarlo de la misma forma en la que él lo hace, hijo mío. Pero no puedo. Simplemente no puedo...".

Y todas las peleas que mantuvieron durante años, seguían frescas en su cabeza.
La culpa de su madre y la situación de su padre, nunca fue algo que pudo tomar a la ligera. Ese era su día a día.

Y él prometió cada día de su vida, luego de la muerte de su padre, que él jamás en su vida iba a enamorarse de esa forma enfermiza en la que puedes romper en pedazos a otra persona con la culpa.
Lloró muchas veces, sabiendo que aunque quizás fuese algo enfermizo lo de su padre, esos sentimientos arraigados en su corazón tuvieron mucha sinceridad en su debido tiempo.

Y ahora, él comprendía que se había convertido en la copia sentimental exacta de lo que alguna vez fue su padre.

Pero, dentro de todo, él sabia que con Zayn sería distinto. A él jamás podría hacerlo sentir culpable por la culpa, sin embargo, podía retenerlo, al menos un tiempo. Tratar de obligarlo a que lo quisiera de la misma forma.
Eso no sonaba nada bien, él lo sabía. Era incluso más obsesivo y maniático que el querer extorsionarlo con una ridícula fotografía.
El iba a odiar esto, por mucho tiempo, pero tendría su tiempo de gloria. Y en estos momentos su necesidad no pedía nada más que a Zayn.


Niall lo topó cuando había pedido permiso para ir al baño. Zayn caminaba por los pasillos, al parecer iba camino a la cancha de fútbol. Al rubio no le sorprendía que el moreno saltara clases para escaparse por allí al medio día. Sin embargo, Niall tenía otros planes para él.

-- ¡Hey, Zayn!

El moreno se volteó para enfrentarlo, y al divisar quién era, se quedó mirándolo. Su expresión no parecía decir que se había olvidado por completo de quién era él.

El rubio lo empujó dentro del cuarto del conserje.
No había nadie en los pasillos, por lo que nadie los pudo ver, y así no corrían peligro.

Zayn no parecía verse asustado, ni nada. Al contrario de eso, su rostro no mostraba ninguna otra expresión más que la de intimidación. Lo cual era absolutamente natural en él, por su estatura, no es que lo estuviera haciendo a propósito.

-- Escucha, ya sé que quieres repetir lo de anoche, pero chico yo ya te aclaré que me gustan las chicas, y en realidad,yo estaba bastante drogado y bebido. Y, lo que intento decir es que no sucederá otra vez... -- Niall lo interrumpió

-- Ya veremos.

Zayn lo miró extrañado.

--¿De qué hablas? --Preguntó, mientras miraba alternativamente sus ojos y labios.
El rubio le parecía más hermoso de lo que recordaba.

El rubio sacó su celular y le mostró la foto del beso entre los dos.

-- ¿Lindo no? -- Niall lo miró juguetonamente.

-- Tienes que estar bromeando, ¿verdad? -- El moreno sonrió, hasta que vio la seriedad en el rostro de Niall y su sonrisa se fue apagando lentamente hasta entrar en pánico--¡¿Verdad?!

-- ¿Te parece que estoy bromeando? -- Contestó el rubio con determinación.

Zayn lo miró inquisitivamente, tratando de entender a qué era lo que venia todo esto, y por qué de pronto el rubio aparecía con esa foto. Ni siquiera sabe en qué momento la tomó.

-- Esta bien, ¿Que quieres? -- Preguntó calmado.

-- Mira,algo muy sencillo... será como anotar un gol en un partido de futbol, ¿Verdad?

Niall sonrió.

Zayn odiaba de verdad el control sobre él, pero en esta ocasión no tenía otra opción más que aceptar lo que fuera que el rubio quisiera de él.

-- ¿Tan fácil como eso? -- Preguntó notoriamente fastidiado.  Sabía que había algo más en esto.

-- Te quiero a ti.

Zayn gruñó furiosamente. Esto no tenia ningún sentido, ¿Qué se creía este maldito hijo de... para tratar de manipular así su vida?

-- Estás enfermo, ¡Estás loco si crees que voy a dejar que me controles de esa manera!¡Ni muerto lo haría! Eres... eres asqueroso.

Bueno. Eso dolió.
Pero no lo suficiente como para provocar que el rubio desista con su plan.

-- Dios, ¡Qué pena! -- Niall hizo cara de afligido -- ¿Pero adivina qué? Tendrás que hacerlo si no quieres que esta foto... -- apuntó su celular -- Se expanda por toda la escuela.

Zayn quería asfixiarlo lentamente con sus dos manos, hasta matarlo.













Wrong [Ziall] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora