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  Esa mañana, mientras Niall dormía aun lado de su cuerpo, Zayn se fue levantando, lenta y cuidadosamente, para no despertarlo, y dejó el lugar.

El moreno no recordaba haber tenido algunas de estas crisis de hace años. Las padecía constantemente cuando tenía 10 años.

Su madre le había dicho que eran crisis de pánico. Sin embargo, algunos meses más tarde, cuando sus padres lo llevaron a visitar al terapeuta más reconocido del país, él le dijo que era lapsos depresivos, que podían durar algún tiempo, dependiendo de la situación en la que se encontrara.
También le dijo que si en algún momento él lograba tener dominio de sus sentimientos, con el tiempo, él podría superarlos.

Pero Zayn no había mejorado mucho respecto a su dominio sentimental, además no era algo a lo que le tomara demasiada importancia.
Aunque debía admitir que esos lapsos, cuando era más pequeño, podían durar hasta 3 o 4 días.
Y ahora, mientras caminaba hacia el génicologo más cercano, él se encontraba bien.

Ya no estaban las ganas de llorar, ni la opresión en su pecho. Ni ese vacío inmenso que le generaba el saber que se encontraba sólo.

Quizás era un miserable egoísta, por decir esto, pero ahora que sabía que Niall lo amaba, él ya no estaría más solo, a pesar de que él no lo amara, el rubio iba a estar ahí siempre para él.
¿Qué importaba si lo amaba o no?

Cuando llegó a la clínica más cercana, y hubo pedido la consulta correspondiente, se sentó a esperar, tranquilamente en la sala de espera.

Después de unos 10 minutos, una enfermera se asomó por la puerta, tenía una hoja en su mano, y mencionó su nombre.

Zayn malik.

Resonó por toda la sala.
El moreno se levantó de su asiento y siguió a la enfermera hasta la sala donde se suponía que atendía el doctor.

Un hombre cuarentón, pelo y ojos castaños, con barba de unos tres días. Se encontraba sentado en un escritorio, con unos lentes apoyados sobre el puente de su nariz. Parecía estar leyendo algo muy interesante.

Le dijo a Zayn que se sentara en la silla de enfrente, y se quitó los lentes, mientras enfocaba su vista en él.

-- Bueno. Soy el doctor Dylan Mclay. Dime cuál es tu problema, jovencito.

Zayn jugaba con sus dedos nerviosamente.
Nunca había estado en una de estas clínicas.

-- Yo creo que tengo un problema de defunción. -- Respondió mientras miraba la reacción del hombre.

-- ¿Tu crees eso? -- Preguntó. Mientras anotaba en una libreta. -- Dime por qué lo crees.

-- Porque yo... bueno. -- Esto era mucho más vergonzoso decirlo que pensarlo. -- Yo no me pongo a veces, y cuando logro tener relaciones con alguna chica no se siente realmente placentero...

-- De acuerdo. -- Observó el hombre, mientras seguía anotando. -- Y esas veces en las que tu pene no se erecta...¿Por qué crees que no lo hace?

-- Porque... no lo sé. -- Respondió pensándolo seriamente el menor -- Creo que fue porque era un chico.

-- Ajá. De acuerdo. -- Mencionó nuevamente el doctor -- Entonces, cuando tú tienes relaciones con chicas, ¿llegas a la eyaculación?

-- Pues. Sí. Pero... -- Zayn bajó la vista hacia sus manos -- No se siente bien. No es... placentero.

El hombre lo miró seriamente, mientras sacaba conclusiones en su mente.
Zayn se sentía lo suficientemente observado.

Wrong [Ziall] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora