En la multimedia dejé una imagen de Suggar; el dibujo no es mío, pero el diseño y el personaje sí. Dejaré el enlace de la imagen en la página del artista uvu él dibuja hermoso.
https://m.facebook.com/home.php?soft=messages#!/Invader.255/photos/pb.253286691480107.-2207520000.1421857943./459522377523203/?type=1&source=42 . Bueno, espero que disfruten la historia~ .
Si bien había pasado ya unos minutos allí parada, aún no lograba salir del trance que había producido sus poco claros pensamientos inundados de la curiosidad y el amor que siempre llevaba consigo, escondido. Para ella, de un momento a otro todo a su alrededor había cambiado o ¿Quizás en 19 años, ella había sido la que se había quedado igual?, "¿Es esto la realidad o sólo estoy soñando?" No lo sabía en realidad y tampoco sabía si es que podía escapar de ese inmenso miedo que atrapó su corazón en largas y oscuras garras, aunque sólo se acurrucó en ellas.
No sabía qué hacer, ni qué hacía allí, ni siquiera sabía si en verdad había alguien allí. Sólo veía rocas, rocas que caminaban cabizbajas sin mirarse unas a otras, sin combinar el fino y suave toque de cruzar las miradas por un segundo, para ella era un infierno y aún no sabía cómo salir de allí.
Sentía que se volvería loca, debía hacer algo, pero sentía ese miedo que calaba sus huesos como un crudo frío invernal que pasaba por todo su cuerpo hasta llegar a su corazón... Y allí pasó varios días, preguntándose qué hacer y cómo aguantar cada día mientras sus piernas se gastaban y su rostro lucía cada vez más cansado.
Estaba sola, sola y acompañada a la vez, aún junto a ella pasaban esos seres, eran... ¿Humanos? Parecían así, eso eran aunque quizás hace mucho tiempo atrás, ahora sólo eran seres sin alma y sin cuerpo, sólo un cascarón de algo confuso que hacía estremecer a la pobre que ya ni sabía en verdad si existía o era igual que ellos, mientras su corazón se volvía cada vez más vacío y oscuro... Era el miedo.
El miedo estaba consumiendo cada vez más su pobre corazón y una desesperación la invadía lentamente, aún esperando el momento de despertar de ese mal sueño. Fue lo mejor que pudo haber imaginado que era eso, un mal sueño.
Obscuridad y nada más que eso había allí...
Daba gracias a que aún sentía, a que aún podía pensar y a que aún podía observar con detenimiento aquellas piedras cristalinas que junto a ella caminaban cuan persona por una calle, aunque a diferencia de ella, sin conciencia. Se dio cuenta, pudo por fin verlo, puedo ver cuán importante era poder compartir el calor de una mirada, de una palabra, ya que ahora ella misma necesitaba eso para salir de su pequeño infierno sin retorno aparente.
Juró nunca rendirse y conservar su conciencia y su cuerpo sin importar qué.
De repente, pasó algo o más bien, escuchó algo... Una dulce melodía que trajo consigo una dulce sensación que por primera vez en mucho tiempo -Si no mal recuerdo más de 500 años- trajo calor a ese cuerpo ya sólido y cristalino como los demás, quizás ya era hora de despertar... Gracias a Dios.
Muchas gracias.
La felicidad invadió su cuerpo ahora ya no más cansado al ver a esa persona, esa que tanto quería, pero por alguna razón también sintió un fuego que por un momento hirió su corazón y lo comprendió.
Esa persona ya se iba y no volvería, aunque ella lo quisiese no podía hacerlo, así que sólo le dedicó una cálida mirada y una sonrisa.
Así su partida no sería tan dolorosa, ya que estaría en un lugar mejor.
Ya todo volvía a ser como antes, despertó un Martes 23, aún tenía 19 años; No había sido más que un amargo sueño, aunque... ¿Quién dice que no fue algo más?
Esa dulce melodía, no era más que un recuerdo y esa persona se había muerto hace más de 9 años.
-Papá... -Un sollozo se escapó, con sabor a amor y a ternura, con esa pizca amarga de tristeza, pero aún así sonrió.
