Parte 3

181 35 32
                                    

Lleva dos meses en RainHa y no deja de sorprenderse por las cosas que lo rodean.

Ahora se encuentra con Lay en el campo de flores más grande que haya visto, la variedad y los colores de las flores lo dejan asombrado cada día que van a descansar de sus labores y simplemente disfrutan de la compañía del otro, de las anécdotas que Suho le cuenta sobre los humanos y los hábitos que obviamente las hadas no tienen.

De cómo su hermano menor es un poco molesto y rebelde, pero que en el fondo es una buena persona. En cambio su hermana la mayor, es más seria y estricta con ellos, claro que eso no le quita que los quiera y esté siempre cuidándolos.

Lay escucha atentamente a cada cosa que sale de la boca del otro, pareciéndole divertido cuando oye las locuras que ha hecho con sus amigos o de que la tarea de su investigación le fue más difícil de lo que le pareció al inicio.

Ambos han platicado sobre en que Suho se irá y ya no regresará. Entonces cada vez que se separaban o se iba cada quien a su pieza, se despedían sin querer soltarse de las manos.

Para ese momento Suho ya sabía que estaba enamorado del precioso hada.

Ese sentimiento creció cuando aquella vez después del nacimiento de las hadas de agua, al día siguiente Lay lo llevó a este campo de flores que ahora era su lugar predilecto para ver el atardecer. Definitivamente no se equivocó cuando le dijo que le gustaría.

Prácticamente Lay era el dueño del lugar, era como si fuese una resplandeciente flor, la más bella de ahí, y en serio que le encantó esa imagen.

Le era inevitable no pensar en ellos tomados de la mano, recorriendo los pasillos de su universidad, yendo de cita al cine o a una cafetería cerca de su casa, sin embargo, era imposible que aquello sucediera.

Un beso sobre su mejilla lo sorprendió haciendo que girara su rostro y viera el sonriente de Lay.

–¿Y eso por qué? –logró articular. El latido de su corazón en aumento. Ambos sentados bajo un árbol.

–Estabas distraído y creí que así podrías ponerme atención –demandó el hada con un puchero que hizo que el corazón del castaño se detuviera por un momento.

–Debo distraerme más seguido entonces –le acomodó su corona de flores y acarició una mejilla haciendo que se sonrojara.

Porque la verdad es que Lay tenía el mismo sentimiento por Suho. Cuando se lo comentó una noche a su hermana, ésta muy felizmente lo felicitó que por fin acepte lo que siente por ese chico. Estaba enamorado. Sentía que todo era mejor estando a su lado.

Pero le recalcó también el hecho que él no podía quedarse aquí, él tiene familia y amigos que seguramente extraña. Y sobre todo no quería que ver a su hermano sufrir.

Con todo eso, el amor que siente por Suho es algo que ya no puede negar y por lo contrario quiere expresarlo. Quiere ser correspondido.

Aquí entre las flores sin sentir inseguridad alguna, y detallando aquel apuesto y encantador rostro toma una decisión. 

Lo siguiente que pasa son los labios de Lay sobre los de Suho en un suave beso. Un acto tierno y dulce que los hace sentirse unidos. 

A partir de ahí se volverá una acción que harán para demostrar lo mucho que se quieren, pero que tienen miedo a no tenerse después, y que aceptarán las consecuencias que pudiese traer.

*****

Los días siguen pasando y tienen la confianza de decirle a Tiffany y a Xiumin su relación, los únicos que saben hasta el momento.

El príncipe de las flores [SuLay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora