Parte 1

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Suho era un joven universitario en su último año de carrera que lo único que quería era poder tener una vida relajada, pero que el ajetreo de la escuela, proyectos y vida social lo estaban consumiendo a su corta edad.

Esa semana tenía un trabajo de literatura que entregar sobre criaturas fantásticas. El tema era libre y él prácticamente se había rebanado la cabeza en buscar el tema adecuado para la adecuada nota que quería recibir al entregar su adecuada tarea.

Fue a la biblioteca de su escuela a buscar información de todo tipo, cuentos, investigaciones, leyendas, todo lo relacionado con hadas. Pues ese fue el tema que escogió al final, gracias a que una tarde le pidió la opinión de su hermano menor y éste le dijo que porqué no hacia de las hadas o duendes, optando por la primera que le pareció interesante.

Sacó algunos libros, pero no le pareció suficiente, así que fue a la biblioteca de la ciudad, era más grande y por lo tanto contaba con más libros.

-Parece que te gustan los seres fantásticos -le había dicho la señora del mostrador cuando fue a pedir los libros. -Si te interesa, hay notas periodísticas sobre gente que los ha visto en la vida real.

Eso le llamó la atención, él dudaba que fueran testimonios verídicos, pero aún así la curiosidad fue mayor. Se acercó a las computadoras y dio enter a los archivos. Allí aparecieron muchos periódicos con imágenes de seres pequeños y con alas, pero eran muy borrosas. Leyó y pidió si podía imprimirlas, lo que la señora le dijo que sí.

Ya en su casa se puso a leer y anotar los datos más importantes que encontraba, origen, tamaño, colores, diseño de alas. Se le daba muy bien dibujar por lo que no le costó hacer algunos bocetos de algunos libros que había llevado.

Una noche, su hermano le había avisado para bajar a cenar, pero prefirió hacerlo en su recamara y leer las notas una vez más. El trabajo era para dentro de cuatro días y con las otras tareas pendientes no tenía tiempo que perder. No se dio cuenta cuando cayó dormido, soñando con el lugar en el que supuestamente había aparecido un hada y se vio así mismo entrando a lo que parecía ser una cueva. Desde ese momento algo fue diferente para él.

Al día siguiente le preguntó a su mejor amigo Kris si él creía en esas cosas, a lo que el alto rubio le contestó que siempre hay la posibilidad de que existieran, el universo es muy grande.

Una parte de él quería creer, pero otra parte le decía que esas cosas no eran cierto y que todo lo que ha leído es cosa de personas obsesionadas con la magia y seres fantásticos.

Pasados los cuatro días, su trabajo estaba listo. Pero él sentía que no todo lo que había escrito era cierto y además estaba ese sueño y la cueva que lo llamaba a ir. Cuando entregó su tarea y salió ese día de clases, le avisó a su madre que llegaría un poco tarde a casa y que iría con Kris.

Pero no fue precisamente con su amigo.

Él llegó al lugar que el periódico decía de las apariciones y como si supiera ya el camino se encontró con la cueva. Estaba entre muchas plantas grandes y flores juntas. Él sin miedo fue abriéndose paso y sintió su bolso vibrar. Un mensaje de su hermana le decía que trajera algo de leche para la cena. Bufó y no contestó. Siguió quitando la maleza hasta que sus pies ya no tocaron nada y cayó.

***

Lay acomodaba su hermosa corona de flores que él mismo había tejido sobre su cabello negro. Todos alababan lo apuesto y precioso que era el hada príncipe, además de ser alguien muy amable, protector y fiel con su familia y amigos. Decidió salir de su habitación del Gran Árbol y fue en busca de su hermana pequeña Tiffany, un hada igual de hermosa y encantadora. La encontró tejiendo su larga cabellera negra y pasó a sentarse a un lado ayudándole con los últimos retoques.

El príncipe de las flores [SuLay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora