4.Tres días después.

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DANI:

Hoy es la última vez que me despierto en esta habitación debajo de las escaleras, la última vez que ayudo a María, mi último desayuno en el orfanato, en mi casa, después de ocho años en este sitio, que considero mi hogar, me van a echar de mi vida.

Unos suaves toques en la puerta me despiertan, más deprimidos de lo normal.

-Buenos días.-oigo a María decir con voz triste.

-Buenos días.-pronuncio suavemente.

Me levanto y me pongo unos pantalones cagados negros de chándal, con una camiseta de manga corta (de chico,ancha, como todas mis camisetas) negra con el logo "OBEY"(falsificación, por supuesto) y unos deportivos rojos viejos que donaron al orfanato hace unos meses.

Echo mis pocas pertenencias en una bolsa de deporte que me han dado y me dirijo al baño.

Mientras subo la escaleras del baño comunitario, los niños me paran apenados, me dan abrazos, me dicen que me echarán de menos, que esto sin mí y mis carreras matutinas no va a ser lo mismo... Me siento triste.

Al llegar al baño, me lavo la cara y recojo mi pelo en una coleta alta. Cuando termino, voy al pasillo y me siento en el suelo, apoyándome en la pared, no quiero irme.

-¿Qué haces ahí parada, vaga?-oigo como grita una voz muy conocida, Álex, que viene con David a su lado.

Ambos llegan a mi altura y se sientan cada uno a un lado de mí, Álex(viste una camiseta corta blanca y unos pantalones por la rodilla negros, con unas Vans negras) me da la mano y David (viste unos vaqueros por la rodilla y una camiseta gris con el logo de Converse, lleva unas Converse rojas)rodea mi cuello con su brazo.

-Hoy estoy hecha mierda.-susurro deprimida.

-Todo va a salir bien.- me intenta animar David.

-Ya sabes que para lo que necesites, aquí estamos.-dice Álex lanzándome una mirada de apoyo.

-¡Dani!-oigo como me llama María desde el comedor.-¡Tienes que venir a desayunar!

-Venga.-dice David dándome la mano y llevándone hasta el comedor, Álex nos sigue por detrás.

Cuando entro al comedor, no puedo evitar que algunas lágrimas se deslicen por mi rostro: un cartel escrito con letras de niño en el que se lee "DANI TE ECHAREMOS DE MENOS" que tienen los niños y niñas que despierto todas las mañanas, otro en el que se ve "GRACIAS POR TODO DANI" sujetado por los niños a los que ayudé a la hora de superar sus traumas de huérfanos. Más niños y niñas se acercan a mi con regalos entre las manos, abro el más grande: un tablón de corcho con muchísimas fotos de mis ocho años en este orfanato, de pequeña jugando con David, en las celebraciones, mis cumpleaños, ayudando a niños, bailando con una escoba, haciendo el graffiti que hay en el muro del patio, en las distintas actividades, corriendo por las escaleras, deslizándome con chicos y chicas por la barandilla, sentada con un montón de gente alrededor de la chimenea, María curándome heridas, con María hay bastantes fotos...

-Joder, gracias.-digo con lágrimas en mis ojos. María, que está a mi lado, me abraza, así como bastantes niños.

Momentos después, abro el siguiente regalo: una camiseta roja firmada por todas las personas que hay en este edificio, firma y dedicatoria.

-Gracias, sois enormes.

-¡Queda otro!-grita un niño.

Abro el último, es una pulsera ancha, esta bordada, en ella se lee: "DANI." En letras grandes en la parte delantera, y "Orfanato de Madrid. 2006-2014. Sigue siendo fuerte." Detrás. "Sigue siendo fuerte", esa frase la he oído millones de veces aquí, yo decía que no era fuerte para aguantar mi situación, María me contestaba "Eres fuerte, más de lo que crees. ¡Sigue siendo fuerte!"

Tu pequeño cambio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora