DANI:
Llego al instituto y apago el cigarro rápidamente, saludo a mis compañeras de atletismo y al entrenador, que me pregunta si estoy bien, supongo que no debo tener muy buen aspecto.
Realizo la hora de entrenamiento con mucha intensidad y concentrada, intentando apartar todo lo sucedido de mi mente.
Cuando el entrenador da por finalizado el entrenamiento, me dirijo rápidamente a las duchas. Después de ducharme, me pongo mis pantalones cagados de chándal negros, una sudadera ancha amarilla y mis viejos tenis.
Cojo el skate que había guardado en mi taquilla hace unos días y me dirijo hacia las rampas.
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Nada mas llegar, Álex y David se acercan a mí, gritando (como es costumbre).
-¡Dani!¡Dani!-grita David mientras ambos se aproximan patinando rápidamente.
-Nos hemos apostado con un chico de ahí que una chica le gana patinando. 10 euros, 3 para cada uno de nosotros dos y 4 para ti. ¿Te parece?-continúa Álex hablando rápidamente.
-Que machista... Pues claro que sí, caliento y voy para allá.-contesto.
-Venga, pegale una paliza, eh. Que se le caigan los huevos al suelo.-dice David mientras me ayuda para calentar. David fue el que nos enseñó a patinar a Álex y a mí, y los dos me regalaron un skate cuando cumplí catorce. La verdad es que son como mis hermanos mayores.
Empiezo a ir de una rampa a otra, siguiendo las instrucciones de Álex y David.
-Venga, ese es.-me dicen ambos mientras nos dirigimos a la rampa donde los skaters nos enfrentamos y se hacen apuestas. Había bastante gente, es posible que me lleve mas de cuatro euros hoy.
-Buenas tardes.-saludo con una sonrisa de medio lado.
El chico, de pelo negro y rizado, corto, ojos marrones, estatura media, y de cuerpo trabajado. Me examina con la mirada detenidamente hasta llegar a mis ojos, entonces me extiende la mano:
-José.
Yo la acepto, la aprieto suavemente y contesto:
-Dani.
-Me dijisteis que me enfrentaría a una chica.-bromea José, aunque los que me conocen a penas ríen.
-Aquí se me respeta imbécil.-contesto yo escupiendo las palabras con agresividad.
David y Álex ríen, mientras entre José y yo se coloca Carlos. Carlos es el árbitro-juez de este tipo de competiciones, es muy bueno haciendo esto y todo el mundo le da la razón.
-Dejaos las tonterías y empecemos ya.-nos interrumpe Carlos. Mientras nos colocamos en nuestras posiciones, Carlos explica las reglas para el público, aunque la mayoría ya las saben.-Bueno, chicos, chicas, el reto consiste en que ambos jugadores realizan una exhibición de sus mejores movimientos. Vosotros como público, después de las dos exhibiciones, os separaréis, algunos os colocaréis a la izquierda. Esos seréis los que votaréis a este muchacho. Otros, os pondréis en la derecha, votando así a Dani. Yo diré el mogollón más grande y añadiré mi opinión, importante en caso de empate o de mogollones muy parecidos.
La gente aplaude y grita, esperando con ansia nuestras exhibiciones.
-Las damas primero.-dice José con una sonrisa de chulería.
-Pues empieza.-exijo mientras me hago a un lado y se escuchan algunas risas entre los espectadores. José se niega unas cuantas veces, hasta que ve que es inútil y se coloca para empezar.