NUNCA EN LA VIDA

III

Año nuevo

Una fecha especial, es cuando recibes al año que llega y despides el año que paso. En mi casa era una tradición muy hermosa, llenábamos la mesa de comida, comprobamos uvas, nueces y todos estrenábamos ropa, mi papá hacia bolsas de comida y las regalaba en la calle a las personas que viera con la necesidad. Nos preparábamos para el año nuevo positivos, el carácter de mis padres los hacia tener una discusión todos los años y yo estaba tan acostumbrada que eso se volvió una especie de tradición, sospecho que para ellos también porque aunque empezaran a pelear de la nada con la misma velocidad se contentaban, era cuestión de un dulce o un pequeño detalle y todo volvía a la normalidad.

Mi papá siempre me pedía que sirviera platos de comida y el los llevaba a los vecinos, lo cierto es que mi papá adora la atención, el es de ese tipo de personas y a pesar de eso se que el regalaba lo que regalaba porque le nacía ayudar a los demás más de lo que le gustaba la atención.

Hace 2 años sentí lo que era recibir el año sin una de las personas que estaba allí año tras año, mi abuela se había enfermado así que mis padres y yo nos fuimos a Colombia a visitarla y ver que tal estaba, afortunadamente ella mejoro y basto con una foto de vida nocturna en un país técnicamente seguro para que mi hermano Carl se fuera del país al año siguiente buscando independencia, lo hizo exactamente una semana después de mi cumpleaños el cual era en febrero. Yo ya había aceptado lo mucho que eso me dolía y lo mucho que mi hermano me hacia falta, sin embargo eso no hizo más fácil el pasar un año nuevo sin mis padres ni mi hermano ya que esta vez ellos se fueron del país a pasarlo con el quedándome yo sola en la casa con otro de mis hermanos que hasta hace unos años no vivía con nosotros.

Recuerdo ese año nuevo como si hubiera sido ayer, recuerdo que una de mis mejores amigas había vuelto al país para estar con su novio y termino pasando más tiempo conmigo que con él, recuerdo que el hecho de estar con ella y mi hermano Cristian ayudo un poco, recuerdo que quise llorar hasta más no poder, recuerdo que la emborrache, recuerdo que aun con todo eso me sentía vacía, así no es como me gustaba recibir el año.

Este año, a tan solo unos pocos días de recibir el 2019 se como sera mi año nuevo, otra vez estoy sola con Cristian, esta vez mi amiga no vendrá, mis otras amigas están casi en su totalidad fuera del país y yo estoy pensando seriamente que debería morir.

Mis padres fueron sacados del país por los familiares de mi papá, con toda la situación de su salud ya había perdido 3 dedos así que decidió irse y mi mamá fue con él, yo tenia otras responsabilidades que me pidieron cumplir, debía cuidar de la casa ya que no es seguro dejarla.

La verdad es que sentirme así no me importaría, la angustia no me importaría, las constantes ganas de llorar no importarían y la presión académica no me importaría si tuviera la certeza de que mi papá esta mejorando, pero no se si eso es así, las ultimas veces que he logrado hablar con ellos mi mamá se escucha cansada y mi papá casi no puede hablar bien.

Me han dicho que según las palabras de mi papá el ha llegado a decir que preferiría que Dios se lo lleve antes que seguir con todo eso, en una cama de hospital con maquinas constantes y tratamiento que no le quita el dolor, cosas así romperían el corazón de cualquier hijo que ame a su padre y yo no era la excepción.

Este año nuevo lo quisiera recibir dormida profundamente, sin nadie molestándome, sin temores, sin angustias, sin pesadillas, sin vacíos, solamente lo quiero recibir con mis ojos cerrados.