Capítulo 1

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La sala se encontraba en silencio, en el centro se hallaban cinco personas, las cuales comprendían levemente su situación actual. Aun así casi todos se veían muy relajados, a excepción de uno, el cual era el más chico de los trillizos.


Freddy, quien mantenía su cabeza baja, sus manos juntas pegadas a su estómago y una de sus piernas estaba temblando. Realmente tenía miedo, nunca había estado en un juzgado siendo él un blanco, de hecho en ningún tipo de juzgado.


-Vamos, cálmate... seguramente es un error. Nuestros padres están hablando con aquellas personas, ¿qué puede salir mal? – mencionó Kelly quien estaba a su lado.
La mayoría solamente miraba al techo o a los lados. Habían estado en la misma posición por varios minutos después de haber sido llamados.

Ese mismo día horas antes
Los cinco se encontraban desayunando tranquilamente en un restaurante de la ciudad como de costumbre, cuando unos agentes llegaron de improviso y los metieron en camionetas que los dirigieron a un extraño paradero. El lugar no les era conocido, además de que llevaban apenas unos días desde que habían llegado a esa ciudad.


Rosee, quien era la mayor de los trillizos, hacía lo posible por tratar de escuchar la plática que llevaba el consejo.


-Olvídalo, saberlo antes no nos ayudará. – mencionó Diana quien se percató de sus acciones.
- ¿Y por qué no nos sacas de aquí volando o haciendo uno de tus truquitos de magia? – mencionó Rosee algo cortante y desesperada.


Eran las únicas chicas del grupo y no se llevaban realmente bien. El punto era que ambas eran excelentes luchadoras, sin embargo, Diana tenía una ventaja enorme, comenzando por las edades, pues tenía mayor experiencia y claro, sus increíbles habilidades de Hexenbiest.


Normalmente era ella quien sacaba a todos de apuros. Pero esta ocasión era diferente.
No era algo de lo que pudieran zafarse fácilmente, aunque de hecho sus manos estaban libres, pero huir de una sesión Wesen no es algo que siquiera debería pensarse.


Pronto todo el consejo apareció, sus rostros no reflejaban alguna emoción distintiva.


La sala guardó silencio y espero a que el consejero mayor hablara.


Explico algunas cosas y se declaró abierta la sesión. Otra persona comenzó a recitar los supuestos crímenes por los que se les acusaba a los cinco.


-Sus crímenes son: Mal control sobre sus acciones Wesen, repetidos casos de revelación de identidad o habilidades fuera de la comprensión humana, portadores de un arma sumamente peligrosa, acusados de guardar información importante al consejo Wesen...

- ¿No se supone que deberíamos de tener algún tipo de abogado? – Pregunta Reiner, hermano medio de los trillizos. Parecía que las acusaciones no terminaban, casi habían pasado diez minutos desde que había comenzado.
-Y bien, ¿cómo se declaran los acusados? – preguntó el juez finalmente, observando a cada uno de ellos detenidamente.
- ¡Inocentes! – Gritó inmediatamente Freddy, el silencio impera durante unos segundos, luego Freddy oculta su rostro avergonzado debajo de sus piernas y se queda inmóvil.


Ninguno de sus hermanos y amigos dice nada más.


Sus padres guardan silencio, ninguna emoción demuestran al ver a sus propios hijos en ese lugar.


Algunos de los integrantes del consejo revisan varios papeles mientras otros fijan sus miradas fríamente en los jóvenes.


-Normalmente un castigo apto... tendría que ser la muerte... sin embargo, haremos una excepción con ustedes... Siempre y cuando cumplan ciertas demandas... - Los consejeros hablaban sincronizada mente, empezando uno inmediatamente después de que el anterior terminaba cierta oración. Casi parecían máquinas, sin embargo, sus voces eran normales.

Nuevo Orden (Grimm)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora