Capítulo XXVl

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Vegeta sentía que todo había terminado; que sus sueños se acabarían si ella llegará a morir. Mientras observaba estupefacto como se acercaba aquel ataque hacía la peliazul...algo sorprendente sucedió, Goku desvío aquella esfera luminosa de un solo golpe lanzandola hacía el espacio. El saiyan parecía diferente de cuando llegó a este planeta; al igual que Vegeta, un guerrero había surgido dentro de él; sus músculos se notaban más pronunciados, su silueta emanaba fuego de color azul y su ki obviamente había aumentado significativamente. Su rostro era totalmente rígido sin mostrar debilidad en él, como si la batalla con Broly hubiera destruido sus emociones.

– Mátalo...yo la cuidaré por ti– dijo el saiyan dirigiéndo una fría mirada a Vegeta. Añoraba ser él, el que se encargará de arrebatarle la vida a ese ser que le provocaba un odio incontenible; pero sabía que aquel guerrero se había ganado el privilegio de hacerlo.



Broly abrió los ojos sorpresivamente; el moriría y se iría solo a su destino. Odiaba la soledad, odiaba el hecho de saber que ella sería feliz sin él, al lado de ese sayayin idiota que no la merecía. Sus ojos se llenaron de lágrimas; pero no a causa del miedo, si no por haberla perdido...no importaba la derrota, solo importaba conservarla a su lado. Levantó la mirada hacía el guerrero quien con asco y repulsión lo observaba; restregandole su victoria en la cara con una sonrisa.

– Mátame...ya no me queda nada por que vivir...– dijo Broly mientras limpiaba de su boca la sangre revuelta con las lágrimas.

– Yo no tengo piedad; el verte derrotado no me ablanda el corazón...– dijo e hizo una pequeña pausa apretando los puños–pero no quiero ser igual que tú...un maldito cobarde.

– Si no lo haces no descansaré hasta destruir todo lo que amas...– levantó la mano y formó una nueva esfera dirigiéndola hacía Goku y Bulma.

– ¡Alto insecto!


–Se un verdadero guerrero y acaba con lo que empezaste– la luz aumento su tamaño.


Vegeta formó al igual que él una gran esfera luminosa y la arrojó a su oponente el cuál salió lanzado hacía una pila de escombros. El cuerpo de Broly ya no resistía, cada segundo que transcurría se destruía aún más su valiosa dignidad. Llegó a su mente aquel día en el que su vida había cambiado tan de repente; todo era más fácil cuando era pequeño, no existía el rencor hasta que Osamu llegó a su vida... recordó al amoroso padre que había perdido por su egoísmo, convirtiéndolo en el monstruo que ahora era...solo quería venganza ¿No era lo justo después de todo lo que había sufrido...?


Cayó sin fuerzas, cubierto por algunos fragmentos de roca sobre su piel. Hilos de sangre recorrían su cuerpo; y la sonrisa maliciosa que siempre adornaban sus labios se había desvanecido por completo. Su vista se hacía cada vez más escasa pero alcanzaba a distinguir al único motivo que lo mantenía en pie para continuar con su miserable vida, hasta hoy. Era lo mejor que tuvo y lo había echado a perder por sus estúpidos deseos de poder y venganza. La contemplo inocente y frágil como la primera vez que la vió; al instante supo que la muerte no borraría todo el amor que sentía por ella, y que seguiría amándola aún cuando su corazón mortal dejará de latir...sus ojos se cristalizaron por última vez y su último aliento lo dedicó para su único amor...su princesa...

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Mi princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora