Capítulo 4:

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Seguí escuchando la conversación gracias a que la puerta me tapaba pero estaba suficientemente abierta que podía ver lo que sucedía, Liam, mi Liam, sentado en el sillón y una morena de pelo negro y lleno de tupidos rulos, alta y con un cuerpo que envidiar. Sentada en el mismo sillón, muy cerca uno del otro, demasiado cerca.

-Ya lo sé, pronto lo hare- Liam le dijo a ella y le dedico una sonrisas una de las que me dedico a mí no hace mucho tiempo. Mi pulso estaba a mil. Mi cara ardiendo, celos, decepción, rabia, tristeza todas las emociones que se pueden imaginar me pasaron en solo segundos. Mis lágrimas no se contuvieron más al ver la siguiente escena.

Liam se balanceo sobre ella, la tomo por la cintura y la beso, no solo un beso rápido, no, nada de eso. Un beso apasionado, como le das a la persona que estuviste enamorado por más de dos años y medio, a la que le dedicabas canciones, la llevabas al parque y se toma de la mano para ver un atardecer y a la misma que miras durante horas si entender porque te hace sentir mariposas en el estómago.

No tenía la menor idea de que hacer, en qué lugar correr para desaparecer por unos minutos del mundo. Agarre el picaporte la puerta lo cerré con la poca fuerza y la rabia tenía dentro de mí.

Salí corriendo por los pasillos en busca de la salida del maldito estudio de televisión. Escuché que gritaron mi nombre varias veces, le di la menor importancia y seguí por mí camino. Cuando llegue a la puerta vi hacia atrás, y lo vi corriendo hacia mí. El sol choco en mi cara y tuve que entrecerrar los ojos para poder ver el exterior, atrás de las rejas había un pequeño grupo de fans de “One Direction” que al verme se sorprendieron, seguramente fue por mis ojos hinchados y llenos de lágrimas o por el simple hecho de que era la novia de uno de sus ídolos. Salí fueras de las rejas y el pequeño grupo de fans, serian unas treinta, comenzó a gritar. Liam estaba afuera. ¿Porque otra razón gritaría? Lo bueno de ese pequeño grupo me ayudó a poner mayor distancia entre mi novio, perdón ex novio y mi pérdida alma.

Trate de limpiarme las lágrimas con las mangas de mi buzo, camine un par de cuadras hasta que vi un taxi vacío, le di la dirección de mi casa. No perdería más tiempo, tenía dos vuelos, uno para mañana a la noche y otro para dentro de tres días. Me iría lo más rápido de Londres como fuera posible.

Caminos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora