Capítulo 3: Coincidencias

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"Coincidencias y sincronicidades son señales del universo indicando que usted está en su verdadero camino"

Anónimo.

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Su remera encapuchada de color gris que le acompañaba a todos lados se encontraba amarrada alrededor de su cintura. La castaña había comenzado de nueva cuenta ayudar a don Giussepe con un previo consenso. De todas maneras, Don Giussepe le había prometido que la paga sería igual con un porcentaje de ganancia debido a la buena temporada. Eso quería decir que las buenas nuevas se avecinaban.

Lizzy, la hija de Giussepe, había venido a visitarlos. Aquella ocasión no había tenido la oportunidad de ir con ella al susodicho viaje de campo. Así que, Don Giussepe le había hecho prometer que la próxima vez que se verían sería para concretarlo.

Entonces, hoy era ese gran día.

Eran las 10 y tanto de la mañana al parecer, porque el sol aún no se ubicaba en toda la bóveda celeste y sin embargo los rayos de este eran sofocantes. Pasó un puño sobre su frente que se encontraba sudorosa. Hasta que de pronto sintió que unas manos, ignorando el estado tan maloliente y sucio en el que se encontraba la adolescente, taparon su visión.

"Don Giu...espera" tanteó con sus manos dejando la paleta para revolver la tierra a un lado. Blandas, pequeñas, blandas...

"¿Lily?"

"Estas manos no se cuidan solas, nena".

La sonrisa de Alessandra se ensanchó. ¡Claro que era Lily! Cuando ella alejó sus manos de su rostro, volteó rápidamente a abalanzarse sobre su menudo cuerpo.

"¿Porque eres tan impredecible Evans?" cuestionó haciéndose la ofendida. Ya que algunos días antes habían discutido, porque a ella no le gustaba mucho el campo. Ella era más de ir al cine, ir a algún concierto o bar; pero, al proponerle un día de campo con Giussepe y Lizzy, simplemente se negó, cosa que la enojó bastante. Ahora, simplemente, la dejaba en la nada, sorprendiéndola, como siempre lo hacía.

Lily soltó una pequeña risa.

"No me perdería un solo día especial contigo, eh. Además, Lizzy me cae súper y Don Giussepe es como un abuelo para mí".

Había olvidado el estado penoso en el que se encontraba la Lau y al parecer eso a su querida amiga no le importaba. Se encontraba ya lista, con un overol de mezclilla en conjunto, con un crop-top color negro, unas vans negras, unos anteojos de sol de aviador y un sombrero de pajilla hermoso ondeado de color plomo que caía en la parte frontal de su rostro haciéndole sombra.

"Ahora" la mira de arriba hacia abajo "ve a alistarte. Don Giussepe me comentó que saldríamos dentro de media hora y ese cuerpito tuyo debe darse un baño. Te esperaré en la bodega del fondo" Le guiñó un ojo a su amiga y se fue dando saltitos dándole el encuentro a Lizzy, una veinteañera que había traído a su cocker color miel que jugueteaba dando ladridos y otorgándole pequeñas mordidas a su abuelito Giussepe.

Te encontré✨- Benedict CumberbatchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora