Javier Ceballos Jiménez: El heredero.

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El pasado octubre se publicó la última novela de Jo Nesbø, El heredero, título sui generis del original El hijo que se han sacado de la manga los de Roja y Negra. Hablé un poco de ella en de agosto. Ahora he terminado mi relectura de esta edición en español y amplío mis impresiones para la parroquia enganchada al padre de Harry Hole.

EL HEREDERO

Sonny Lofthus lleva en la cárcel una larga decena de años. Ya está en la treintena pero parece mucho más joven. Su adicción a la heroína y su aura de gurú para el resto de presos le confieren una apariencia y un magnetismo que atrae a todo el mundo. Pero también todo el mundo, desde el corrupto alcaide hasta el Gemelo, el mayor pez gordo del crimen y el tráfico de drogas en Oslo, prefiere que ese magnetismo e influencia se queden en prisión de por vida. Lofthus es una buena cabeza de turco al que cargarle varios delitos gracias a tenerlo enganchado.

Simon Kefas es un policía veterano y muy curtido ya. Desterrado de Delitos Económicos por su ludopatía ya superada, se mantiene en pie en Homicidios, pero sus superiores prefieren que no haga ningún ruido. También se mantiene su amor y devoción absolutos por su mujer, Else, más joven y con un grave problema de visión que la está dejando ciega. Así que está dispuesto a hacer LO QUE SEA por ella.

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Los dos van a cruzar sus caminos tras una inesperada revelación de un preso al místico Lofthus sobre la muerte (supuestamente un suicidio) de su padre. Así que Sonny se fuga de la cárcel haciendo saltar todas las alarmas. Porque está dispuesto a vengarse y, sobre todo, a impartir justicia aunque antes dé la absolución a sus víctimas. En esa venganza letal, que no escatima pero que adorna de maneras exquisitas y sentimientos reales, conocerá a Martha, encargada en un centro de acogida a drogadictos. No hace falta mucho para que también se cruce el amor.

Pero quizás los caminos de todos ya se habían encontrado una vez.

NO, NO ESTÁ HARRY HOLE

Que todavía lo siguen preguntando por ahí, hasta los más despistadillos de la parroquia nesboadicta. Tampoco estaba en por razones obvias. Y tampoco lo estará en las otras dos novelas independientes que quedan por publicarle a Nesbø, mucho más cortas y también de corte tan negro como romántico (doy fe): Blood on snow y Midnight sun. Insisto, no me atrevo a traducir que luego llegan estos de Roja y Negra y ponen vaya usted a saber qué.

Así que dejemos tranquilo de vez en cuando al bueno de HH, que bastante tiene con sus 11 títulos de perrerías varias y las que le tocarán en el 12 cuando regrese el próximo verano. Y todo porque...

... SÍ ESTÁ JO NESBØ

O sea, el autor por encima de su personaje más encumbrado, el que decide o no escribir sobre él cuando quiera y como quiera, el que un día se levanta con ganas de matarlo ya o se apiada de sus lectores adoradores de HH y lo sigue manteniendo con vida. El autor que, si te ha enganchado por ese policía tan tirado como querido, sigue fiel a su estilo, sus temas fundamentales y recurrentes. Como en El heredero.

Sigue estando ese escritor que narra como nadie desde varios puntos de vista, aunque sea el del último mono de sus personajes terciarios. Que se pregunta y te pregunta sobre el mal, el bien, el amor, el dolor, el riesgo, el éxito y el fracaso, el sufrimiento, la pérdida o la muerte de mil y una maneras. Que filosofa y echa mano de sus vivencias, pero en su justa medida y poniéndose muchas pieles. Ojo al guiño a los taxistas de nuevo, gremio en el que estuvo durante un tiempo. Ya los homenajea con Øystein, ese tremendo amigo de HH. Aquí es Pelle, un taxista con otra historia de perdedor detrás que ayuda a Sonny en sus idas y venidas por Oslo.

Y sobre todo sigue estando el escritor que es capaz de hacerte empatizar con lo peor, los errores, fallos y el mal, de la naturaleza humana. Ocurre con HH, pero también aquí con Sonny Lofthus y Simon Kefas, dos caras de una misma moneda, la del todo por el todo con tal de vengar o redimirse, incluso a ellos mismos. Pero donde mejor se ve esa empatía es en los personajes femeninos, sobre todo en el de Martha, que lo sacrifica todo por un amor hacia Sonny, literalmente un asesino, que no puede imaginarse pero que la arrastra irremediablemente.

UNA HISTORIA DE AMOR

Es lo que me pareció en su día cuando lo leí la primera vez en inglés. Amor en todos los sentidos, desde el romántico hasta el paternofilial. Recordemos: el título original es El hijo, y así se refiere una y otra vez al protagonista de la novela. Su padre era muy importante para él, pero también para Simon Kefas.

Y sí, está la droga, la cárcel y su fauna, los eternos clichés de la novela negra, los giros marca de la casa Nesbø que a sus más avezados lectores igual ya no nos sorprenden tanto porque se los tenemos pillados. Pero son tan buenos y están escritos con ese estilo tan único de este pequeño tirillas noruego que los sigues agradeciendo.

No castigamos a la gente porque sea malvada, sino porque toma decisiones que son malas para la manada. La moral no es algo enviado desde el cielo, algo eterno, solo son reglas que sirven para el bien de la manada. Y los que no son capaces de seguir esas reglas, los patrones aceptados de comportamiento, jamás podrán hacer porque no tienen libre albedrío. Al igual que el resto de nosotros, los malhechores simplemente hacen lo que hacen. Así que hay que eliminarlos para que no se reproduzcan e infecten a la manada con sus genes de comportamiento negativo.

¿Ese es el final? Sí, es el más lógico. ¿Se merecen los personajes esa empatía? Sí, tanto los «buenos» como los «malos» porque siempre consigue que te caigan bien, que te puedas poner de su lado, que te diviertan. Aquí el temible y misterioso Gemelo es la encarnación perfecta del Mal como lo era el Hécate masculino en el Macbeth nesboniano, o el Pescador de Blood on snow. O como lo son todos los peores enemigos a los que se enfrenta Harry Hole, como ese deleznable y adorable Mikel Bellmann.

Y esos «buenos» siguen siendo antihéroes románticos. Aquí son Sonny y Simon a partes iguales. Pero también lo serán el Olav de Blood on snow y el Jon de Midnight sun. Incluso Tapón, su diminuto y muy políticamente incorrecto protagonista de . Simplemente son el material Nesbø. ¿Que Harry Hole corone esa pirámide? De acuerdo. ¿Que sea el único? No.

ASÍ QUE...

si te gusta Jo Nesbø, simplemente tienes que leerlo. ¿Prefieres a HH? Perfecto. Pero, por si acaso, no te pierdas ni uno de sus libros.

—¿Por qué no? ¿Le has dicho que la quieres?

—No. ¿Debería hacerlo?

—A todas horas. Varias veces al día. Piensa que es como el oxígeno. Nunca deja de tener buen sabor. Te amo, te amo. Inténtalo y verás lo que te digo.

[...]

—¿Cómo... cómo sabes si alguien te quiere, Pelle?

—Es algo que simplemente se sabe. Es la suma de todas esas pequeñas cosas que no puedes señalar con el dedo. El amor te envuelve como el vapor en una ducha, ¿sabes? No puedes ver cada una de las gotas, pero te calienta. Y te moja. Y te limpia.

 Y te limpia

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