Prólogo

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- ¿¡ Qué es lo que vas a hacer Brooke!?- grito mi amiga Parker.

- ¡Invitaré a el chico mas sensual del pueblo!- grité mientras movia mis brazos como un boxeador.

- ¿¡Y como lo vas a hacer!?-pregunto mientras gritaba.

- ¡Gritaré su nombre, me acercaré y le diré que quiero una cita con el!

- Y si te rechaza, ¿¡qué harás!?-  grito.

- Lo mandaré a la mierda.- dije sonriendo.

Parker puso sus manos en su pecho y suspiro.

-Estas lista.- dijo

- ¿Segura?- pregunte.

- Tan segura como que mi nombre no es Parker si no Janine.

- Vaya que estas segura.- dije riendo.

- Muy segura, ahora... Mira a su grupo de amigos.

Mire hacia donde estaba con su grupo. Todos llevaban las capuchas de sus sudaderas en la cabeza, excepto el. El parecía no querer arruinar su perfecto cabello y no tapar ese perfecto rostro que... ¡Mierda! ¡Estoy salivando!

Parker se rio y pregunto.

- ¿Estabas fantaseando o algo parecido?

-¡Cállate!- grite- ¿Grito su nombre ahora?

- Si, me tienes contigo Brooke. Nada malo puede pasar ahora.

Suspire. Claro, nada malo podría pasar aparte de que mi hermano decida quedarse  y luego yo tener que soportar el hecho de que me mire por los pasillos. Y me atormente la vergüenza.

Di un largo respiro para llenar mis pulmones de aire y luego gritar.

- ¡Zach Peterson!- grité con todas las fuerzas que mi garganta permitía.

El chico volteo hacia mi.

Oh mierda, es guapísimo.

Tenía todo de negro, pero su piel pálida creaba un contraste perfecto.

Me acerque decidida, y lo mire aun sentado en el césped. Y me miraba asustado.

- Tengo que hablar contigo.- dije.

- Si... Cla-claro.- dijo, levantando se.

Era muchísimo mas alto que yo.

Y muchísimo mas guapo de lo que veía desde donde estaba.

El se acomodo la camisa y carraspeó

- ¿De que querías hablar?

Quede embobada y murmure un par de palabras que estoy segura no existen en el diccionario.

Tal vez era la energía del lugar la mirada de las personas sobre nosotros, las personas jugando a nuestro alrededor y el cielo rosa mezclandose con lila. Llenandose de estrellas que parecían granos de azúcar.

Lo tome de la nuca y conecte nuestros labios.

Aun no se que fue lo que me hizo hacerlo.

Jugábamos con nuestros labios a quien los despegaba primero, pero parecía que nadie iba a perder.

Pero me rendi, pero con un beso así, con un chico así, no me daba vergüebza decir que perdí.

Ya no podía pedirle una cita, pero me había llevado algo mejor.

Me di la vuelta y me iba a ir.

- ¡Alto!- dijo tomando mi mano.- ¿Cuál es tu nombre?- dijo, no serviría de nada que le dijera mi nombre.

- Georgia Adams.- Entonces, su mano solto la mía y acarició la piel de mi brazo con sus dedos.

¿Cómo fue que termine besando a mi amor platónico y luego simplemente salir huyendo?

.....

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¿Cómo termine así?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora