- Anne, ¿qué te parece?- dijo Oli al otro lado del teléfono.
Madre mía, no puedo creerlo! Mi mejor amigo me ha llamado para que le tatue a él y a otros amigos de él.
- Eih!, pequeña!- me volvió a decir Oli- Dime algo porqué las llamadas intercontinentales cuestan una pasta.
- Siii, siii, siiii!!!!- chillé al auricular del móvil- Por supuestisimo que quiero!!
- Graciaaaaaaaaas!- me dice Oli con todo el sarcasmo que pudo- Creo que acabo de perder la audición de mi oido derecho.
- ¿Qué esperabas?- le pregunté mientras reía a carcajadas.
- No esperaba menos, por supuesto- me contesta riendo también- Te compro los billetes ahora y te los mando por mail, ¿vale?
- Te lo devolveré- respondí- Creo que con dos o tres tatuajes puedo sacar lo nece...
- Eih, eih! - me interrumpió Oli- Vienes a gastos pagados, esa es mi única condición.
- Pero Oli, no puedo ac
- Sí, sí puedes- me volvió a interrumpir- Puedes y debes. Dejame hacer esto por todos los años que me has apoyado.
- Pero...
- Ni peros ni peras- este chico se ha vuelto un maleducado- En media hora tienes los billetes, te veo pronto. Te quiero, enana!!!
- Yo más Syko!!!- dije mientras colgaba.
Díos mío, aún no puedo creerlo. Sé que Oliver me quiere mucho pero no hasta tal extremo. Cuando me llamó, pensé que era para asegurarse que no había quemado el piso pero no para hacerme esta propuesta. Sí, mi mejor amigo y yo vivimos juntos desde hace casi 2 años. Yo tenía 16 años cuando me escapé de casa y él, con tan solo 19 años recién cumplidos y recién independizado, se hizo cargo de mí y nunca me ha faltado de nada.
Mi mejor amigo fue quien me compro mi primera máquina de tatuar. Recuerdo la ilusión que me hizo cuando la vi, después de haber destrozado el emboltorio del regalo. Con ella comencé a practicar los tatuajes e hice mi primer tatuaje, obviamente se lo hice a Syko.
A los tres meses de estar viviendo con él me pusé a trabajar en un bar, ya que no me parecía justo que él abandonara sus sueños para mantenerme a mí.
Syko, como le digo cariñosamente, tiene una banda y, aunque hace poco que empezaron con giras mundiales, se han vuelto muy famosos. ¿Quién me lo iba a decir cuando empecé a juntarme con él en el colegio? Oliver Sykes, famoso. Sí, mi mejor amigo es Oliver Sykes, el vocalista de Bring Me The Horizon.
Y, ahora, gracias a él vuelvo a América. La llamada era para proponerme tatuarle a él y a otros amigos suyos en el Warped Tour. Así que, a parte de que vuelvo a América, me voy a pasar los siguientes tres meses viajando con un montón de músicos, algunos de ellos muy famosos, a los que voy a tatuar.
Sin duda la vida me empieza a sonreír y ya era hora que después de 12 años la vida me quiera sonreír por primera vez y me devuelva un pedacito de todo aquello que me arrebato.
No, no, no Anne! No vas a pensarlo- Me recriminó mi subconsciente.
Y, efectivamente, no voy a pensarlo, no quiero. No me voy a torturar ahora cuando sé que esta noche volverán todas esas pesadillas con todos mis recuerdos. Echo de menos a Syko, porqué él es uno de los pocos que lo sabe todo de mí y sabe como ayudarme con las pesadillas. En los 8 años que nos conocemos, hemos dormido juntos muchas veces a cuenta de las pesadillas. Recuerdo que se volvió habitual a partir de que el tuviera 17 años. Cada vez que tenía una pesadilla, sólo debía llamarlo. Fuera la hora que fuera, Oli siempre me cogía el teléfono y, en cuestión de minutos, se colaba en mi habitación por la ventana sin que mis padres adoptivos lo supieran.
Sí, soy adoptada. O más bien, fuí adoptada. Huí de esa mierda de casa de locos en cuanto tuve oportunidad. Aunque eso no es del todo cierto, siempre esperaba con ansias cumplir los 18 para irme sin ningún inconveniente, pero ellos hicieron que a los 16 saliera como alma que lleva el diablo de esa casa. Aún recuerdo cuando entré en casa y me dijeron que nos volviamos a mudar, esta vez a Noruega. Y yo sabía el motivo de esa mudanza y era para separarme de Oliver. A ellos les jodía verme feliz y con Oliver a mi lado, yo era toda una adolescente rebelde, rebelde y feliz, hasta que entraba en casa.
Un sonido hizo que saliera de mis pensamientos. Es el ordenador, avisándome de la entrada de un e-mail nuevo. Me acerqué y vi que era de Oli, lo abrí.
" Te echo mucho de menos y no puedo esperar para volver a estar con mi hermanita. Nos vemos en unos días" - Oli.
Sonreí con el mensaje y procedí a ver los billetes para ver cuanto tiempo tenía para preparar el viaje.
- Hijo de puta- dije cuando vi la fecha del vuelo y me puse a correr por toda la casa a preparar la maleta.
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