No, ya te dije que iremos por la cacería de goblins -exclamo un pequeño joven de cabello negro que portaba una delgada pechera y una espada simple a su costado-
No no no, odio entrar en su cuevas, mejor vamos por los espíritus de la mansión portergram -refuto una chica que cargaba un arco y vestía una camisa amarilla-
Pero pagan más por los goblins, además es más fácil matarlos que tener que exorcizar toda una mansión -dijo el joven mientras frotaba sus dedos- además, tú eres quien quiere un arco nuevo, y quien se gastó las últimas dos monedas de cobre en flechas, todo por no querer sacar las que tenía ese ogro
Hmmmm, está bien serán los goblins -se rindió al final la chica -
-de la nada se escuchó el crujir del acero y un sujeto que portaba una gran y pesada armadura apareció a su lado dejando dos monedas de oro en su mesa- tomen...si no tienen un buen equipo morirán en eso túneles...-dijo con su gruesa y ronca voz que se distorsionaba por su Yelmo-
Tan bondadoso como siempre -lo alcanzó una mujer alta y delgada de armadura dorada que brillaba a comparación de la armadura oscura y un poco oxidada de su compañero- no se preocupen, el siempre hace eso, no le gusta ver morir a los jóvenes -dijo con una sonrisa-
Pe...pero son dos monedas de oro...es... Es mucho -dijo atónito el chico mientras miraba al par-
Oye, no seas grosero, perdone lo pero ...es cierto, con eso pueden comprar un equipo de primera, quien...quiénes son ustedes?
-tanto la mujer como el caballero se miraron un momento y la mujer con una gran sonrisa dijo- yo soy Inesta, y...
Yo soy Guevar...-intenta el caballero que se quitaba el Yelmo apenas y dejando ver su cabeza con un cabello extremadamente como y su rostro tosco con cicatrices varias-
Esperen...son...ese guevar...y esa Inesta?! -dice la joven atónita-
-el caballero dio un suspiro divertido- siempre se sorprenden -se puso su Yelmo de nuevo y sin más se dio la vuelta levantando la mano como despido-
No sé preocupen, siempre es así y sip, las historias son ciertas -se da la vuelta siguiendo a su compañero y dejando ver dos pequeñas ballestas que cargaba en su espalda a la vez que su adornado estoque- ho cierto -se detuvo y volteo- no se preocupen por el dinero, realmente lo necesitan más que nosotros -les dedicó una sonrisa y se fue-
Ambos personajes salieron del edificio y caminaron unos momentos en silencio
Recuerdas cuando empezamos? -pregunta tranquilo Guevar con un claro tono de remembranza-
Que? Cuando intentaste convencer al herrero de que te afilara tu primer espada porque no sabías cómo hacerlo? -dijo divertida la chica y luego dio un gran suspiro -suelto claro que lo recuerdo... Es difícil creer que ya pasaron 13 años desde ese día... Pero bueno, vamos por ese dragón, esas monedas no crecen en los arboles
ESTÁS LEYENDO
Una Aventura En Las Sombras Del Tiempo
Avventurauna aventura por tierras antiguas, de una pareja peculiar y...bueno, no cuento más, esta es mi...ajam, nuestra historia