Un mes. Matt y yo llevamos un mes saliendo. ¿Se puede ser más feliz?
Os preguntaréis si he seguido teniendo pensamientos 'lindos' junto con Mattie. La respuesta es sí, pero me controlo en no hacerle nada por él. Todavía no estoy muy seguro de si está preparado.
Hoy habíamos quedado en mi casa para ver una película juntos y ya acababa de llegar Mattie... Pero, si os digo la verdad, tenía pensado hacer una 'cosita' junto con él. Y no es ver la peli.
Nos sentamos juntos en el sofá y comenzamos a ver la película... Bueno, Mattie la estaba viendo. Yo prefería contemplar su hermoso cuerpo.
Después de casi media hora de la peli, lo abracé por el hombro para juntarlo más a mí y pude notar como se ponía nervioso. Es muy probable que hoy pueda cumplir todas las fantasías que tuve con mi lindo canadiense... ¡Por fin!
Acaricié suave y lentamente su brazo derecho para bajarla a la pierna, teniendo en cuenta como él temblaba ligeramente.
Bajé la mano hasta la rodilla y luego la volví a subir, rozando 'accidentalmente' su hombría.
-F-Francis...- gimió muy bajito al sentir el contacto.
Yo sonreí y subí la mano a la cara para poder acercarlo a mi y besarlo. Primero, solo estaban nuestros labios juntos, pero pronto comencé a explorar su boca con mi lengua, invitándolo a él para que hiciese lo mismo. Y lo hizo, pero más lentamente por su vergüenza.
Me separé muy poco de él para lamerle los labios y besar su mejilla, su mentón y, por último, su cuello mientras que con mis manos desabrochaba los botones de su camisa.
Cuando ya tenía el pecho descubierto, comencé a tocarle suavemente los pezones mientras seguía lamiendo y mordisqueando su delicioso cuello.
-¡Francis!- exclamó mi pequeño Matt cuando mi boca sustituyó a mis manos y comencé con la labor de estimular sus pezoncillos.
Matthew respiraba pesadamente e intentaba decir mi nombre por sílabas, lo cual le estaba costando bastante.
Noté como una pequeña erección se encontraba en su parte baja, por lo que comencé a bajar la mano, dispuesto a acariciarle el miembro.
-F-Francis, p-para- me detuvo mi chico dificultosamente y yo separé mi boca de sus pezones para poder verlo a la cara.
-¿Qué pasa, Matt?- le pregunté acercándome a su rostro- ¿No te gusta?- sonreí al ver como se sonrojó aún más de lo que estaba.
-N-No podemos hacerlo... aquí- dijo, sorprendiéndome un poco por su respuesta- Hay muy poco espacio y es... es un poco incómodo- confesó desviando un poco la mirada.
Sonreí y me levanté del sillón para cargarlo al estilo 'princesa' y llevármelo a la habitación.
Cuando estábamos adentro, lo dejé suavemente tumbado en la cama y me acerqué a él a gatas.
-Francis...- me llamó muy bajito y yo me junté más a él- N-No sé que debo hacer- se sonrojó y volvió a evitar mirarme a los ojos.
Sonreí enternecido por su ternura y lo besé para luego susurrarle en el oído- Tranquilo, yo me encargaré de todo.
Volví a retomarlo en donde lo dejé antes y comencé a chupar de nuevo sus pezoncillos, recibiendo como respuesta gemidos de parte de Mattie que, cuando mordí un poco la punta ya erecta, se convirtieron en grititos de placer.
Con mi mano empecé a bajarle la cremallera del pantalón y le quité los calzoncillos a su vez, dejando a la vista su lindo miembro despierto.
-¡Francis, n-no lo mires!- exclamó avergonzado cuando dejé de atender sus pezones para observar su hombría.
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Hetalia "Siguiéndote" (Franada)
FanfictionFrancis Bonnefoy se muda a Ontario, Canadá, y ahí conoce a un chico peculiar. ¿Qué pasará cuando se le ocurra seguir a ese canadiense de ojos amatista?