- ¿Cómo es posible que alguien sin ninguna experiencia en el amor pueda escribir lo que la profesora describe como "la gran experiencia de su vida" o "el sentimiento que los ha hecho creer que están en las nubes, que nada en el mundo importa más que tú y esa persona especial"? - Fue algo que pensó Mia, estudiante de segundo año de la carrera de Literatura, a sus 20 años después de que en la clase de Literatura y Sociedad la profesora Lincoln les dejara de tarea un escrito que retratara la experiencia que más los ha hecho brillar de alegría, sonreír, querer que el mundo se detenga en ese instante, con el objetivo de que exploraran sus propios deseos internos, de que encontraran la razón del porqué se habían inscrito a la carrera, incluso.
- Tienen 2 meses, contando desde hoy. Será el 60 por ciento de su calificación del primer parcial. Lo demás serán pequeñas tareas, trabajos, lo que sea que se me ocurra. Buena suerte y espero con ansías leer sus trabajos, busquen inspiración en lo que más les gusta. Hasta mañana muchachos. - Les dijo la profesora antes de que salieran todos del salón.
Y es que eso de que no tenía experiencia era verdad, ya que por más que saliera con muchas personas jamás había sentido eso a lo que todos llaman "mariposas en el estómago", jamás se había sentido especial para alguien o, al contrario, y más preocupante, jamás había sentido que una persona era lo suficientemente especial para ella. Y eso la hacía sentir triste, pensaba que el tan sólo ver su situación la hacía parecer tan lamentablemente sola, aislada, como "pez fuera del agua". Ese último comentario le hizo creer que ni siquiera eso era, la hizo sentir aún más pequeña como si su existencia fuera nada importante.
Esos pensamientos frecuentemente tomaban un pequeño gran lugar en su cabeza, esto la molestaba, que un tema tan trivial pudiera causar efectos en ella, pero, tal vez...-y sólo tal vez-...tenían razón, tal vez sí que existe tu media naranja.
Trató de dejar de pensar en esto. Al momento de llegar a su habitación vio a su compañera con la que la compartía, una chica que, según Mia, cualquiera que no la conozca diría que vive cada día como si fuera el último, aún así es buena persona. Esa era la impresión que tenía de su amiga Rose, mejor amiga, tal vez.
- ¿Qué onda? ¿Ya de fiesta? - Le dijo Mia a Rose al entrar a su habitación y ver que esta última estaba frente al tocador maquillándose estilo esta noche no duermo. Esto era lo que siempre solía decirle a Rose mientras veía que se arreglaba a lo que esta le respondía si te diviertes, no es en vano, chica.
- Sí, deberías venir, no te vi durante en las vacaciones y tenemos que festejar nuestro regreso de una manera gloriosa, ¿no crees?
- Va, tienes razón. - Dijo Mia. ¿Por qué no? De todos modos, quería despejarse de aquel trabajo. Aquel que le provocaba escalofríos el tan sólo pensar que probablemente sería incapaz de escribir porque ni siquiera tenía idea sobre qué o quién hacerlo, no tenía por dónde empezar, y, la verdad, no quería pensar en eso ahora...
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Una gran historia de...¿amor?
Teen FictionMia, 20 años, estudiante de la carrera de Literatura en la Universidad de Boston, en Massachusetts, dueña de un gran dilema...¿existe el amor verdadero? ¿Realmente existe esa persona especial? ¿O es la única en el planeta con la incapacidad de enamo...