Una gran historia de...¿amor?

CAPÍTULO 2

Mia abrió su clóset para decidir la indumentaria que se iba a poner para la fiesta a la que iban a ir, no sabía qué ponerse, pero supuso que era en una casa de fraternidad o algo parecido, así que optó por algo casual, jeans, camisa, chaqueta negra y converse negros, un maquillaje no muy elaborado y la melena suelta a lo salvaje.

Estaban de camino a la fiesta en el carro del que fácilmente se podría decir que es el novio de Rose, Jack, un chico alto, rubio, con pequeños surcos en su cabello y una mirada misteriosa con ojos de un azul claro y puro. Y decía que parecía su novio por el simple hecho de que parecía un alma que constantemente andaba penando por su habitación, aunque lo único que la hacía dudar sobre esa relación era que ellos siempre decían que eran únicamente amigos con un montón de cosas en común, tal vez era cierto, pero recordó su más grande dilema y pensó que quizá ellos eran su alma gemela, encajaban a la perfección con la descripción pareja, cosas en común, atractivos y súper des-lum-bran-tes.

Rose era una chica sumamente ardiente, caderas anchas, busto prominente, cintura definida, cabello negro y lacio un poco por debajo de los hombros, ojos grandes color miel. Un tipo de chica perfecta, se podría decir.

Aunque hay un punto negativo hacía ellos – dijo Mia para sí misma – literalmente parecen los protagonistas de Titanic. Con ese último comentario estalló en una risa estruendosa porque recordó que el semestre pasado ella les había dicho lo mismo a la pareja estrella y momentos después hicieron una sobre-actuación de una de las escenas más características de la película.

- Oh Jack, sube por favor, oh Jack. – Repetía Rose estando acostada boca abajo en su cama.

- No Rose, tienes que salvarte, soy un simple campesino... - Dijo antes de tirarse con fuerza al suelo simulando que se hundía en el mar.

- Gracias. – Dijeron al mismo tiempo de que se inclinaban como hacen después de una obra de teatro.

- Jajajaja, digna de un auténtico Óscar – Dijo Mia entre carcajadas a los dos intentos de actores.

Por un momento pensó - ¿Sería mucho pedir a alguien como él? Divertido, atractivo, amable, inteligente... ¿En qué diablos estoy pensando? Es completamente traición, el está out of my line... Ahora me siento como de esas típicas chicas populares en una película de adolescentes que finge ser amiga de alguien para robarle a la persona que quiere, no quiero decir "qué oso contigo" e inmediatamente irme a gastar la tarjeta platino que me dio mi daddy... -

Toda eso le dio risa y después al voltear hacia la ventana del asiento trasero del carro se dio cuenta que habían llegado a una casa bastante común, dos pisos, sillas en el jardín con un extraño símbolo en la entrada, típico de una fraternidad universitaria.

- Primero unos tragos para recibir al nuevo semestre, ya sabes, de la buena suerte. – Dijo Rose.

- Déjenselo al experto. – Dijo Jack después de Rose.

- ¿Experto borracho? – Le dijo Mia a Rose.

- Ja, ja, búrlate lo que quieras, pero sabes que soy el mejor en cuanto a tragos se refiere. – Dijo Jack guiñándole un ojo a Mia en modo de complicidad.

En cuanto se quedaron solas, Rose notó que Mia estaba un poco fuera de sí, como si estuviera en otro mundo. Trató de animarla diciéndole – Vamos, diviértete chica. Conoce algunas bellezas, entrega tu amor, saca tu verdadero yo, mueve ese cuerpo. No estás tan mal. – Después le dio un caderazo en dirección a algo que simulaba ser una pista instalada en medio de la sala de la casa.

Rose tenía razón, Mia no tenía mala pinta, poseía caderas anchas, busto promedio, cintura definida, cabello castaño y largo hasta la cintura, ojos verde-azulado, bastante monos. Al momento de estudiar o estar frente a la computadora solía usar unas gafas redondas que le daban un aspecto de nerd sexy, eran palabras que Rose solía usar para describir a Mia. A ella y a Rose las describían como el dúo dinámico.

Rose se dirigió a un chico bastante atractivo y rápidamente comenzó una charla con él, se le facilitaba tanto ese tipo de cosas, ser sociable. En eso Mia echó a andar hacia atrás porque quería ir al baño, accidentalmente chocó con alguien bastante alto.

Por el impacto no notó de quién se trataba, así que sólo se limitó a disculparse.

- Lo siento. – Dijo Mia - ¿NICK? – Lo dijo de tal modo que sonó como queja, pero simplemente estaba sorprendida de ver al único chico que logró emocionarla un poco años atrás. Tal vez desde él que no había sentido nada igual.

- Vaya, tanto tiempo. ¿Cómo has estado? – Dijo ella al sujeto que ahora se acomodaba la playera que se le había desacomodado por el impacto.

- Bien, ¿y tú? Sigues igual de linda. – Le dijo a Mia.

- Igual tú, sigues igual de guapo. – Contestó esta a su vez.

Platicaron de cosas triviales, su vida personal, familia, escuela, cosas de esas.

Jack volvió a donde originalmente se encontraban Rose, Mia y él. Al ver que sólo estaba Rose con aquel chico, preguntó por Mia a lo que Rose contestó. – Por allá con su amor adolescente. – Jack hizo un gesto de desagrado al darse cuenta de quién se trataba.

Él lo conocía con anterioridad, en una competencia de soccer. Eran de equipos contrarios y el equipo de Jack perdió, siempre decía que era por una trampa a lo que las chicas le decían que olvidara eso que no era propio de él, era cierto, Jack era el chico más alegre que pudieras conocer. Aunque no se molestaba por eso, sino por el hecho de que conocía la historia de Mia y Nick, ellos se estaban conociendo y Nick juraba que la quería con todo su corazón, meses después él desapareció sin decir adiós. Mia lloró un poco y tiempo después los tres se enteraron de que Nick se había cambiado de escuela y, además, estaba saliendo con otra chica.

Mia siempre decía – Bueno, era lógico que no duráramos, sólo éramos unos niños. –

Jack se dirigió a ellos, jaló a Mia del brazo y ella sólo alcanzó a decirle a Nick – Un gusto volver a hablar contigo, hasta luego...

Estaban en el jardín de la casa donde sólo se encontraban pocas personas.

- ¿Qué te pasa? ¿Te sientes bien? – Le dijo a Jack al notar que no estaba tan feliz como siempre, sino que estaba enojado, frustado.

- ¿Cómo se te ocurre hablar con ese tipo? ¿Estás bien de la cabeza? – Le dijo a Mia casi gritándole. – Después de lo que hizo, ¿le hablas como si nada hubiera sucedido?

- El pasado es pasado Jack, además, no tienes que molestarte por algo que me sucedió a mí. En todo caso es mi problema y no tendrías porqué entrometerte. – Le dijo Mia a Jack para después darse cuenta que el mostraba una cara como si estuviera dolido.

- Tú no entiendes nada, me preocupo por ti porque...olvídalo. – Lo dijo mientras se dirigía hacia la avenida principal.

- ¿A dónde vas? – Lo dijo de manera confundida.

- A casa, no me siento en mi modo fiesta fiesta. Perdón por alterarme, hablamos luego. No me siento muy bien, dile a Rose que nos vemos mañana.

Mia no entendía qué había pasado, así que después de pensarlo por un minuto, decidió volver a la fiesta. Rose preguntó por Jack y Mia sólo se limitó a decir que había vuelto a casa porque no se sentía bien, no quería decirle que habían tenido una discusión bastante extraña afuera.

El resto de la noche bailó, platicó con unas cuantas personas, bebió un poco, se encontró de nuevo con Nick y platicaron otro rato, intercambiaron números y quedaron en salir algún día. Sólo por el hecho de que tenían un pasado juntos no significaba que no podían ser amigos, pensó inocentemente Mia.

Al volver a su habitación recordó la discusión con Jack y por más que trató de encontrar una razón a su enojo, no pudo. Y más aún, ¿qué quiso decir con "me preocupo por ti porque..."? ¿Qué habrá querido decir? ¿Qué estará pensando?

- Buenas noches Rose. – Le dijo Mia a su amiga, mientras apagaba la luz de la lámpara que tenía en la cómoda de un lado de su cama y cerraba los ojos para dormir.

- Buenas noches friend. – Contestó a su vez Rose.