Metamorfosis

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- ¡Mitchie del futuro gana! – Gritó Krillin.

Todos empezaron a celebrar.

Mitchie se acercó a mí.

- Tu puedes transformarte en eso y mejorar tu poder ya que los Micrixteanos no tenemos limites ¿Te lo dijo mamá? –

- No… ella no dijo nada de eso. – Dije recordando mi viaje. – Ella dijo que me enseñaría más cosas y, al cumplir los 18, volvía a Micrix. Pero no quiero hacerlo… -

- Esa es la segunda razón de mi visita. Vengo a ayudarte a controlar tus poderes.

. . .

- Entonces ¿Tengo que hacer entrenamiento mental y físico? – Pregunté. Mitchie estaba ayudándome a entrenar. Eran bastante complicados y debía estudiar mucha teoría pero no se crea un arcoíris sin lluvia.

- Sí, tengo una pequeña cantidad de libros que tendrás que leer para la semana que viene. – Sacó una capsula. Al abrirla unos veinte libros de más de seiscientas hojas aparecieron frente a mí.

Mis ojos se abrieron como platos.

- Sabes que todavía voy a la escuela ¿No? – Dije mirando los libros sorprendida.

- Sí yo pude vos también. Y lo digo literal ya que somos la misma persona. –

- Mitchie. – Señalé uno de los libros. - ¿Qué idioma es este? – Pregunté confundida.

- Es Namekuseí. –La miré más confundida. – El idioma natural de Piccolo y Dendé. –

- ¡Ah! –Sonreí.- Pero no se ese idioma. –

- Esto será complicado. – Suspiró.

Ahora tenía clases de Namekuseí con Dendé y Piccoro todos los días antes de ir a la escuela.

- ¡Por fin sábado! –Grité al levantarme.

- Buenos días Mitchie. – Sonrió Mitchie del futuro.

Oh no. Esto no es bueno.

- Es hora de practicar lo que aprendiste en la semana. –

- Pero, pero ¡Tengo que entrenar con Perrie, Bella y Tori! ¡Ya casi no tenemos tiempo! ¡Y todavía no terminamos la coreografía! – Exclamé frustrada.

- Mitchie, prometiste aprovechar todas las clases que te diera. –

- Lo sé pero hace dos semanas que con entreno con las chicas y las nacionales son en una semana. No puedo fallarles. –

Videl entró en la cocina junto a Gohan.

- ¡Mamá! – Exclamé. - ¿No podrías decirle a Mitchie que me deje ir al entrenamiento con las chicas? ¡Las nacionales son en una semana! –

- Ella prometió asistir a todas las clases y seguir todas las indicaciones que le diera. Incluso si interfería con su tiempo libre. – Se excusó ella.

- ¡Danza no es tiempo libre! –

- No hace falta que me grites Mitchie.

- ¡Entonces no me saques todo lo que me gusta hacer! –

- Mitchie. – Videl me llamó. – Ella tiene razón, prometiste hacer o que hiciera falta.

- Pero… ¡No lo soporto! – Grité. – Primero me obligaste a leer veinte libros sobre la meditación y la mitad estaban en Namekuseí. Luego no me permites con Goten y Trunks. Casi ni veo a mis amigas ¡¿Y ahora me sacas una de mis grandes pasiones?! ¡NO ES JUSTO! ¡TE ODIO! 

¿Quien soy yo? |Libro IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora