21.- Poder, deber y querer 1/2

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Narra Infinite. 

-¿te duele mucho?- me preguntó Rookie pasándome un vaso con agua. 

-...Si- respondí arreglando la venda que cubría la mitad de mi rostro. 

No recordaba nada después de que Rookie me fuera a recoger y me llevara al hospital mas haya de haber despertado en la habitación donde estaba Nazo. Aun adolorido y con ayuda de Rookie me acerqué me acerqué a la cama de Nazo tomando su mano.

-Hey... Hola... No se si me escuches pero... Ayer trate de hacer una estupidez. Creí poder hacer cara por ti pero... Supongo que soy débil... Quisiera ser como tu- Miré su mano, esperando que este apretara mi mano de vuelta pero... Esto no es una película... 

-Deberías descansar- Rookie tocó mi hombro. 

-Si... Seguro- 

A la habitación entró alguien, subí la mirada topandome con Manic que traía un balón de fútbol de chocolate y una cesta de galletas.

-Hola... Knuckles anda presumiendo lo que hizo y a penas supe donde estabas quería saber si estabas bien- se acercó y dejó sobre la mesa de la habitación las galletas y el balón. 

-Bien... Mis padres ya vienen de regreso por mi y...- 

Manic me abrazo con cuidado -No te preocupes, los del equipo y el entrenador te apoyan, ese idiota sera expulsado en cosa de días- 

-Hay algo que me preocupa de todo este tema...- Dijo Rookie mirándonos -A demas de ser el protegido estrella del director no hay que olvidar que Knuckles tiene a ese chico que esta metiendo manos en el fuego por el, si sale a defenderlo con la influencia que tiene su familia en la universidad pues...- 

-Tails- dije.

-¿El zorrito que siempre esta con el?- asentí y Manic suspiró -Se quien es, al menos lo e visto... Tal vez pueda convencerlo de hablar-

-¿hablar de que? si es sobre esto su palabra no la tendrán tan en cuenta- Rookie se cruzo de brazos.

-Yo me entiendo...- Me dedico una sonrisa -Espero te recuperes pronto- 

Rookie también se despidió ya que tenían clases y yo me quedé a un lado de Nazo... Quisiera que me escuchara. 

Narra Shadow. 

Mi padre se arreglaba frente al espejo de la sala a punto de irse a dar los últimos detalles de su trato, estaba sonriente y emocionado, tanto que casi era contagioso.

-Listo, regresare algo tarde pero luego de volver me contaras como te fue ayer con Sonic ¿de acuerdo?- Escuchar su nombre me desanimo, no sabia porque, solo me había dado un bajón... Pero no iba a desanimarme justo antes de el el se fuera. 

-Seguro papá- Sonreí. 

Me abrazó y se fue tomando su maletín. Le empezaba a dar muchas vueltas al asunto... Sexo sin sentimientos... Le había dado mi primera vez a alguien que no me quiere... Pero... Era Sonic, valía la pena ¿no?... E hecho tantas cosas por el, pero el fue al hospital conmigo luego de la pelea, se quedo hasta que despertara y... Sus labios dulces... ¿eso lo justifica?

Me senté a jugar videojuegos para no pensar en eso, no conseguía concentrarme, perdía en niveles que ya había jugado una y otra vez, frustrado tiré el control al sofá y pateé la mesa del centro, esta al caer se rompió dejando un montón de cristales por todo el suelo... Papá va a matarme. Sin perder tiempo fui por la escoba para recoger todo el desastre. 

Narra Sonic. 

Tenia mi música a todo volumen mientras veía al techo, aquella experiencia con Shadow había sido estupenda. Nunca creí estar conectado a el de esa manera pero... Algo no terminaba de caer... ¿Estaba mal? digo, el era alguien de tan buenos sentimientos pero... corresponderle no es lo justo... 

Tocaron repetidamente la puerta de mi casa, me levanté y abrí, al otro lado de la puerta me encontré con Scourge, un erizo verde que va a mis clases, desde hace semanas se que me a estado mirando, no es para nada disimulado. 

-¿Ocupado azulito?- Sonreía con las manos tras la espalda. 

-¿Como sabes donde vivo?- lo mire extrañado cerrando un poco la puerta. 

-Solo le pregunte a Knuckles donde vivías- 

Lo mire algo serio -Si eres su amigo mejor empieza a tomar camino- Fui a cerrar la puerta y el la detuvo con una mano. 

-No vengo de su parte, vengo a invitarte a una cita-

Lo miré algo sorprendido -¿Una cita? ¿por que?- 

-Oh, vamos, lo sabes, no es secreto para nadie que desde hace semanas e tratado de acercarme a ti, otra cosa es que no e podido por ese Erizo negro que no te deja solo- 

-Shadow...- dije casi en susurro. 

-¿como dijiste?- preguntó. 

-Nada nada, olvídalo- sonreí apenado.

-Entonces... ¿si aceptarías salir conmigo? nada mas te pido ir por un café y tal vez no se, algo mas- Tomó mi mano sonriendo de forma picara.

-...Si, voy por mi suéter y vamos- 

Narra Infinite

Estaba parado al borde del pequeño balcón de la habitación, mirando hacia abajo, las luces de la casi oscura calle era lo mas destacable, aun podía ver a las personas pasar y como poco a poco todo se iba oscureciendo, no era un atardecer bonito, era uno gris, triste... 

Pasé mis manos sobre la venda de mi cara, mi recuerdo de mi padre ahora era vago, solo podía pensar en el botellazo de esa noche... En esas palabras... "Débil"... 

Miré a Nazo y volví a ver hacia abajo, di un par de pasos al frente y subí al barandal sosteniéndome del poste que unía ese balcón del de arriba, no pensaba saltar pero... Tener la posibilidad de hacerlo y no hacerlo me hacia sentir mejor, tomé aire y puse un pie fuera, miré hacia abajo y vi como todos me miraban, algunos sacaban sus cámaras y otros corrían a dentro del hospital. Era curioso como en dos segundos parecía que todo el mundo me veía a pesar de que cuando me golpearon me sentía invisible. 

-¿Infinite?- Me quedé helado por un momento. 

Me gire bajando del barandal y al acercarme a la cama de Nazo, este estaba sentándose con dificultad mirándome -E-estas bien- Sonreí abrazándolo y el me abrazó algo confundido.

-¿que te paso?- se separó poniendo su mano sobre la venda de mi cara, yo me quejé y el aparto la mano -¿te lastime?-

-No no, estoy bien, todo esta perfecto- 

El chico de las cortadas (sonadow).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora