El rey del inframundo...(serena y diamante)

Capitulo II Una fiesta de terror...

"...Mi destino...ya estaba escrito...pero esta en mis manos...el destino de la humanidad..."

Pov Serena

Sobresalte al instante, quedando sentada en la cama, mirando hacia todas direcciones, sin embargo, no había nada, estoy completamente segura de lo que he escuchado, y además sentí como si una mano rozaba mi piel de manera sutil delicada, pero no puedo decir nada, quizás solo sea mi imaginación, no debo arruinar las vacaciones de las chicas por mis comentarios o las malas pasadas de mi mente, aun así tome un par de mantas, para salir de la habitación, por lo menos esta noche no dormiré aquí

Aun es de madrugada, las chicas las puedo escuchar roncar desde afuera de sus habitaciones, no quiero interrumpirlas por mis pesadillas, abrí la puerta principal de la cabaña, para cerrarla detrás de mi, sentándome en las escaleras admirando el bello paisaje nocturno, es bellísimo..., solo puedo hacer eso, admirar y nada mas hasta que mis ojos se cansen de mirar y se cierren para lograr un buen dormir

"...Abrí mis ojos encontrándome sumergida en un bello sueño, o al menos eso creo, ya que el lugar es lo mas cercano a lo que dicen, el paraíso, un verde valle lleno de flores y majestuosos pastizales que se extienden mas allá de tu propia vista, una hermosa voz resuena en mis oídos de manera delicada, es un deleite que cautiva cualquier medio auditivo, ¿Qué será? ¿acaso son las voces de los ángeles?, cerrando los ojos trate de hallar aquella sinfonía, guiándome a las profundidades de un bosque, tanto fue mi concentración que me estrelle contra el tronco de uno de los arboles, pero al menos sirvió para encontrarme con esa persona, es una mujer, parece una ninfa o un hada, no la puedo distinguir muy bien, pero a su alrededor todo florece, y parece mas alegre y lleno de vida, sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, una lluvia de cenizas comienza a caer, -¿Qué sucede?, cuando hay un ramo de flores marchitas ante mis ojos y una silueta, imponente entregándomelas, todo es fuego alrededor sintiéndome acorralada

...mi bella reina, regresa conmigo..."

-SERENA!!!!-mis ojos se abrieron dando un gran salto como si fuera un gato, era Mina quien me tocaba los hombros asustándome, encontrándome ¿en mi cama?, pero...yo me recuerdo que me quede dormida afuera como si fuera una callejera, mis ojos se desvían a todos lados, estoy en mi habitación, recostada y con mantas ¿Qué es lo que me esta pasando? ¿soy una sonámbula? –Serena...-me llamo Mina con extrañeza-¿qué sucede? estas muy pálida desde que llegamos ¿segura que te sientes bien? si quiere nos vamos a un hospital o algo

-¿eh?-me negué con naturalidad sonriéndole pareciéndole convincente-no solo, estoy algo desorientada por la cabaña, ya sabes estuvimos casi cuatro años durmiendo en un pequeño cuarto ahora es diferente, me cuesta acostumbrarme, logrando que suspirara aliviada

-eso era..., creí que me dirías algo relacionado con fantasmas o algo así, como se que tienes miedo a esas cosas y aquí es un poco escalofriante-contesto con una pequeña risita-bien, las chicas están desayunando, hay que darse prisa, hoy es la fiesta y hay que comprar un disfraz, deseo encontrara esta noche mi romance de verano para que sea inolvidable estas vacaciones...-dijo dándome un gran abrazo para dejarme nuevamente sola en la habitación

Luego de alístame, baje por las escaleras, las chicas lucían como siempre, hablando cosas triviales y los chicos guapos que se nos escaparon cuando estábamos estudiando, no interferí mucho en las conversaciones, no tenia muchos ánimos y a la vez el desayuno estaba delicioso, Lita de verdad cocina muy bien, al terminar la merienda, salimos en dirección al auto para bajar al pequeño pueblo cerca de la cabaña, es mas pequeño de lo que imagine, es solo una enorme calle con muchas tiendas pero necesarias para vivir allí