Loto Gemelo de Fuego Azul.

San

Ya el otro es más corto... se los juro!!!
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Era un lindo, soleado y pacífico viernes en la academia Seijyuuji, los estudiantes habían terminado ya sus clases. Era pasado el medio día y la mayoría se encontraba en los dormitorios descansando o haciendo los deberes sea cual sea el caso. Había unos en la cafetería comiendo y uno que otro caminando por ahí.

Mientras tanto los jóvenes del curso intensivo especial estaban en medio de una prueba. Una de las más importantes del año ya que esta les ayudaría bastante con el promedio final y sumaría puntos a la hora de graduarse y elegir una carrera así que los profesores solicitaron el permiso al director para efectuar las pruebas después del horario de clases para así agilizar el proceso de calificación.

El grupo avanzado era el único que se encontraba en el sector de aulas y había un silencio sepulcral en los pasillos a excepción de un aula donde en ocasiones se escuchaba el sonido de las calculadoras, el lápiz trazando en papel y el tedioso tic-tac del reloj.

—Bien jóvenes, tienen 30 minutos para finalizar la prueba —habló el profesor señalando su reloj de pulsera, la mayoría de los estudiantes se quejaron por esto mientras otros intentaban terminar los últimos ejercicios con desesperación—. Vamos muchachos, la prueba no está tan difícil, tuvieron toda la tarde de ayer para estudiar.

"Es un desgraciado, profesor" Pensaron muchos estudiantes al ver al profesor sonriendo. La prueba era de materias múltiples para ver cuánto se había aprendido en lo que llevaban del año, y este hombre los había torturado con millones y millones de ejercicios y tareas... ¡Y como siempre el examen no tenía nada que ver con las prácticas! Por suerte eran genios de un curso avanzado, por lo menos un 80 en la nota estará bien. El problema era que el examen contaba con 70 preguntas generales (ninguna de marque con 'x' para variar) y solo tenían 120 minutos para responderlas.

La mayoría de estudiantes estaba muy concentrados resolviendo ejercicios con calculadoras o recordando la fecha en la que sucedió algo importante para Japón. Todo mientras un castaño con lunares cabeceaba intentando estar despierto.

—¡Sr Okumura! —el profesor alzó la voz sacando a todo mundo se su concentración y haciendo que el joven despertara por completo— Al parecer el examen estaba tan sencillo que se quedó dormido —el profesor reprendió haciendo que el joven un poco avergonzado se disculpara con él—. Preste más atención a lo que hace ya que esta prueba definirá gran parte de su nota final.

—Lo siento, le aseguro que no se volverá a repetir —el profesor solo asintió para seguir con lo suyo, pero el joven Okumura continuó—: Aunque ya he terminado la prueba, ¿Cree que sea posible que me retire?

Al decir estas palabras el profesor y los alumnos de sorprendieron ¿Cuando terminó? El profesor se acercó, tomo el examen y le hecho una rápida ojeada para luego fruncir el ceño.

—Tomando en cuenta que ha finalizado el examen completamente y no ha presentado ninguna duda. Le permito irse recordándole que es bajo su responsabilidad su retiro y la nota que obtenga.

—Muchas gracias.

Yukio tomó sus cosas y salió del aula ante la atenta mirada de sus sorprendidos compañeros de clases. El examen era muy difícil y nadie podría terminar tan rápido.

"Bueno, era de esperarse eso del mejor estudiante de primer año". Pensaron algunos cuando Okumura salió del aula.

—15 minutos y entregan sus folletos —dijo el profesor de un pronto a otro recibiendo muchos reclamos, ¡Ni siquiera habían pasado 5 minutos desde que dijo que faltaban 30! Ese hombre es muy despreciable—. Si tienen tiempo para quejarse eso quiere decir que ya acabaron...