Yon

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Cuando recibió la llamada en ese teléfono roto no logró ver de quién era el remitente, pero estaba seguro que su estudiante, Suguro Ryuuji, estaba luchando para defender a sus compañeros. Debía llegar antes que fuese demasiado tarde.

Iba corriendo a toda prisa hacia el edificio cuatro de aulas y al llegar vió alquitrán de huya sobre el lugar. Estaba realmente cansado pero no podía dejar a uno de sus estudiantes en problemas. Al dar un paso más con la intención de entrar a la edificación, un escalofrío recorrió su columna provocándole un poco de temor. Ahora piensa que debió haber pedido ayuda... Pero ya era demasiado tarde para lamentarse.

Entró con rapidez al edificio acercándose a uno de los casilleros que se encontraban en la entrada abriéndolo con la llave de su almacén personal de armas, sus municiones se habían acabado. Revisó rápidamente y tomó algunos pergaminos con sellos y los cartuchos de sus Naiads por si las llegase a necesitar. Tomo suficientes municiones para sus Springfield. Subió corriendo sin perder el tiempo.

Los pasillos estaban llenos de Hobgoblins molestos y unos cuantos goblins de clase media. Yukio empezó a disparar sin detenerse llamando la atención de todos los monstruos a su alrededor. Unos cuatro ghouls habían aparecido por el olor a sangre ya que el brazo que se había herido en el auditorio estaba sangrando de nuevo por la herida nuevamente abierta.

Sin importarle en dolor Yukio siguió disparando y derrotando tanto goblins como Ghouls, hasta que un escalofrío recorrió su columna haciéndolo detenerse... Había algo ahí, y era algo peligroso.

Su mirada recorrió el pasillo aún cuando seguía disparando, pero no veía nada más que goblins y Ghouls. Decidió seguir su camino pero esa sensación de que algo peligroso lo seguía no salía de su sistema.

El joven corría y disparaba hacia las amenazas que tenía al frente sin percatarse de la sombra de un canino gigante que caminaba con cautela por los pasillos atraído por el olor a sangre, pero lo que más le atraía era el olor a miedo... Miedo de humanos que estaban cerca.

Yukio iba subiendo el tercer piso del edificio, solo le faltaba uno para llegar a su destino cuando de pronto escuchó un fuerte estruendo. Temiendo lo peor se apresuró a subir disparando a todos los goblins que se acercaban sin detenerse.

Empezó a escuchar el cántico de versos de parte de Suguro y corrió al aula de donde provenían. La puerta estaba abierta de par en par y grandes cantidades de goblins de diferentes clases estaban dentro arremetiendo contra la barrera que seguro Bon había hecho. También habían Ghouls y al acercarse uno se lanzó a tratar de morderlo.

Yukio disparó al ghoul para seguidamente patear su cuerpo haciendo que se llevara muchos goblins en el camino. Cambio rápidamente los cartuchos y siguió disparando exterminando a todo enemigos mientras entraba al aula.

La joven Akiyama estaba ayudando a Inoue a detener el sangrado del profesor cuando un ghoul pasó la barrera. Akihiro hizo todo lo posible por detenerlo, pero este era de un nivel mayor a los goblins así que se le dificultaba.

Todos los alumnos que estaban dentro de la barrera comenzaron a alterarse hasta que el sonido de un arma disparándose se escuchó. Akihiro se puso pálido al sentir como la bala pasó cerca de su mejilla impactandose contra el ghoul matándolo al instante. El cuerpo de la criatura cayó al lado de Akiyama haciendo a la joven temblar.

Todos elevaron la vista para ver al sensei de Suguro que había venido a salvarlos pero...

-¡¡O-Okumura!!

-¡¡O-Okumura!!

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Loto Gemelo de Fuego Azul. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora