Yukio sentía todos los músculos adoloridos y su cabeza palpitar, pero eso no le impidió levantarse y ayudar a los heridos. Aunque solo fueran dos, la mordedura de un ghoul y las garras de el garm podrían hacer que el miasma se propagara en el cuerpo de herido. Así que tambaleándose un poco por el cansancio se dirigió a los heridos.
—¡Eso fue sorprendente! —exclamó un entusiasta Akihiro— ¡Quien se hubiese imaginado que ustedes dos eran una especie de hombres de negro!
—Akihiro, no somos hombres de negro —respondió Suguro quién al levantarse fue atacado por preguntas ya que todos sentían una especie de incomodidad para acercarse a Okumura—, ¡Ni siquiera peleamos contra extraterrestres! Yo jamás he visto uno aparte de Mephisto.
—¡Pero ustedes son tan geniales y nos salvaron la vida y crearon hechizos como en Harry Potter y pelearon con monstruos y nos protegieron y nos asustaron y nos...!
—¡¡Ya cállate de una buena vez, Hayashi que ya entendieron! —dijo Motomiya un poco molesto por la diatriba del joven rubio.
—¡Es que fue sorprendente!
—Ya pareces disco rayado... —Kiryuu giró los ojos.
—La verdad debemos agradecerte, Suguro. Si no fuera por tí y Okumura ahora estaríamos muertos o algo por el estilo. Gracias, de verdad. —aportó Osaka.
—La verdad todo fue gracias a Okumura sensei —dijo un poco serio—, si él no llegaba, no sabría que hubiera pasado, yo solo hice lo que pude.
—Te equivocas, Suguro —habló Yukio quién estaba tratando la pierna del profesor y el brazo de un estudiante llamando la atención de todos los que estaban interesados por la conversación—. Pensaste rápido y lograste controlar la situación poniendo a los civiles a salvo, eso es lo que haría un verdadero exorcista.
Yukio le sonrió y Bon se sonrojó un poco ante la mirada de todos.
—Además si no fuera por que pusiste mucho empeño y concentración en la barrera, yo nunca hubiera podido proteger a todos. Creo que serás un gran Aria cuando pases el examen para exorcista, tienes un gran futuro por delante.
—Gracias, Okumura sensei —los demás veían ésta interacción un poco extrañados especialmente porque habían cosas que no entendían—. Si usted lo dice es porque es verdad.
—¿Oh? —Yukio lo observó para luego sonreír nervioso— Eso... lo escuché de otros profesores, yo no tengo que saberlo todo.
—Aún no puedo creer que Okumura sea tu profesor y una especie de agente del gobierno. —empezó Akihiro, los demás giraron los ojos.
—Y-Yo no trabajo para...
—Y que en su tiempo libre lucha contra monstruos para mantener la paz mundial y...
—¡Ya cállate, idiota! —intervino Akiyama jalando una oreja del joven.
—Emm, disculpa la interrupción, pero ¿que eran esas criaturas? —preguntó la rubia.
—Suguro... —Yukio no quería hablar, le dolía la cabeza y aún debía vendar las heridas.
—Estas muy cansado, déjame ayudarte por favor —dijo Inoue de repente—. Llevé un curso de primeros auxilios, sé que hacer.
—Yo también tengo alguna experiencia en tratar heridas —añadió Rey, la pelirroja un poco sonrojada—. Deberías descansar, Okumura-kun.
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Loto Gemelo de Fuego Azul.
أدب الهواةUna mañana de viernes como cualquier otra, demonios atacan la academia Seijyuuji después de que unas de las barreras cayeran. Mephisto llama a Yukio para que se encargue del asunto mientras un muy estudioso Bon intenta terminar su examen de medio añ...