Cáp. 2 ¿Kim quien?

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La alarma del despertador suena. Me incorporo para apagarla y sin querer miro el reloj. ¿¿Qué??¿¿Es medio día?? Cómo es posible que haya dormido tanto...no, no puede ser, no debo desperdiciar mi día tirada en la cama. Así que tuve una idea: Tengo que conseguir empleo.

*** Horas después***

Fui a diez establecimientos y ninguno necesitaba ayuda de un nuevo empleado. Me sentí tan triste así que mejor decidí ir al parque por un helado, apenas eran las 5:00 pm la hora perfecta para conseguir mi helado de pistache del señor heladero. Llegué a mi casa y tomé una ducha, después escogí una falda rosa pálido de tablones y una camiseta blanca para vestirme. Agregué un chaleco de mezclilla y unos converse blancos. No quise tomar el Bus así que decidí ir a pie, me toma como 30 minutos llegar hasta ahí, me coloqué los audífonos y puse play a mi reproductor de música. Mientras escuchaba "Lost" de la vocal line iba apreciando las cosas cotidianas que las personas hacen.

Personas entrando a comprar a tiendas de ropa. Comiendo en restaurantes. Esperando el autobús. Niños jugando. Jóvenes riendo. Personas bebiendo café. Cosas tan insignificantes y comunes que hacen que la vida valga la pena vivirla.

Una vez que llegué al parque fui directo a la fuente de sodas para comprar mi helado. Mi favorito como mencioné con anterioridad es el de pistache, con una ración de trocitos de nuez como decoración, sabe increíblemente fabuloso....aunque mi familia diga que es una rara combinación.

Después emprendí la búsqueda de un asiento para disfrutar con más tranquilidad de mi helado pero lamentablemente todos estaban ocupados, a excepción de unos columpios. Estaban retirados y alejados de donde pasaba la gente pero no me importó y caminé hacia ellos.

Mientras comía mi pistacho con nuez una corriente de burbujas comenzaron a pasar cerca de mí. Una niña de primaria se encontraba jugando con ellas mientras sus padres las hacían. Recuerdo que a mi también me encantaba jugar con esas pompas de jabón cuando era niña, así que sin más me puse de pie para yo también jugar con ellas como si fuese tan pequeña como antes. De pronto escuché el sonido de una cámara.

"!Click!"

Mientras trataba de averiguar de dónde rayos venía el sonido de dicha cámara di un traspié y pisé a desnivel, provocando que me cayera y mi helado saliera volando.

- ¡MALDICIÓN! -solté, pues me había hecho una herida en la rodilla donde de inmediato se asomó la sangre. La herida era considerablemente profunda. Miré a mi alrededor y una gran piedra se encontraba ahí  "con que eso fue lo que me hizo daño... vaya situación..." dije para mi misma.

- ¿Te encuentras bien? - una voz masculina me preguntó y antes de mirar su rostro, él ya me había rodeado con sus brazos para ponerme de pie  - ¿Necesitas que te lleve al médico?

- No es necesario - respondí y me safe de us brazos como pude.

- Pero estás sangrando...

- Lo sé, no es nada. - ésta vez traté de observar su rostro detenidamente, pero llevaba una mascarilla negra que cubria hasta su nariz y su cabello apenas dejaba ver sus ojos y para colmo llevaba anteojos. Así que me era imposible poder ver su cara. También llevaba con él una boina unos pantalones de vestir holgados y una gabardina café.

- ¿Por qué no dejas que te ayude?

- Porque eres un desconocido, no sé que clase de persona eres... - me encogí de hombros di media vuelta y traté de caminar, el dolor era un poco fuerte a decir verdad. Pero podía soportarlo. O al menos eso creí porque en un segundo mi rodilla se debilitó y casi vuelvo caer de no ser por él.

Érase una vez una ARMY [fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora