Cáp. 5: ¡Kamsamnida!

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Mi cabeza sigue dando vueltas el lugar en el que estaba hace unos instantes ha cambiado. La atmósfera se siente diferente, más sombría, más calurosa. Pero , ¿dónde estoy? Tal vez en un restante o un café o un bar. No lo sé. Pero lo que sí sé es que a pesar de no estar en mis cincos sentidos es que huele a comida. Me siento ebria, como si me hubiese bedido unas veinte botellas de alcohol por mi cuenta, pero el caso es que estoy segura de no haber bebido ni una gota.

El lugar se encuentra en su mayoría vacío. No hay muchas personas, pero.. ¿cómo es que llegué aquí?...

Mientras seguía cuestionándome a mi misma pude ver que dos personas se acercaban a mi, al parecer eran chicos pero no lograba ver bien sus rostros. Miraba borroso.

– Es muy tarde para que una señorita se encuentre totalmente sola, ¿no lo cres, Shownu? – dijo uno de los chicos mientras se sentaba justo a mi lado.

– Tienes toda la razón– El otro hizo lo mismo. Para mi mala suerte no me encontraba en una mesa con asientos individuales, si no en una con un sofá, quedándome justo en medio de ellos, sofocada e incómoda por su tal cercanía a mi.

– No sé quienes sean ustedes dos pero por favor dejenme tranquila – dije soportando mi rabia y la cabeza gacha. ¿Qué derecho tenían estos dos de hacerme sentir así? 

– ¿Tranquila? – se carcajeó sarcásticamente– por favor nena, pero si acabamos de llegar, ¡¡mesero traigamos una botella de sujo!!

– Solo queremos divertirnos un rato, después te dejaremos ir -dijo el tipo sentado a mi izquierda.

Empecé a sentir aún más rabia e hice puños mis manos que creí que sangraría. – ¡¡¡Déjenme en paz!!! – dije en tono fuerte y me puse de pie. Pero algo punzo cortante fue colocado justo detrás de mi espalda. Una navaja. Me senté lentamente, y contuve mis lágrimas a punto de derramarse.

– Te dije que nos vamos a divertir un rato contigo, o dejas de hacer esas escenitas o te apuñalo aquí mismo – dijo el desgraciado a mi derecha.

El mesero trajo la botella de soju y algunos vasos de cristal.

– Señor, su botella...

– Gracias, eso es todo. Puede irse, no necesitamos nada más.

Sin levantar mi rostro pude ver que el mesero aún seguía parado ahí, como esperando una explicación.

– Emm.. ¿Todo está bien?–dijo el mesero.
–  Todo bien, dije que puede irse.
– ¿Señorita....?

Quería gritar que me ayudará pero ese objeto detrás mío me lo impedía. Así que uno de los chicos me susurro al oído: «Dile que todo está bien, para que el meserito de cuarta se largue de aquí». No tuve otea opción que obedecer.

– No se preocupe, todo está bien. – dije lo más claro que pude.

– Bueno...si usted me dice, lo creeré – dio media vuelta y se fue.

– Shownu, ¿te sirvo un trago?

– Sírveselo a ella primero, sólo así podrá cooperar más tarde.

El otro chico empezó a servir soju en un vaso y me lo tendió – Bébelo – me dijo.

– No quiero beber... por favor no me siento bien..no quie...

Y acto seguido uno me sostuvo de las manos mientras el otro hizo que me bebiera el alcohol a fuerzas. – ¿Porqué debes poner "pero" a todo?, bébelo.. – me tiró la cabeza hacia atrás mientras me empinaba más el vaso. Mi garganta ardía terriblemente y sentía que ya no podía respirar.

Érase una vez una ARMY [fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora