En el futuro Sakura y Shaoran tienen una hija, la magia siempre está presente en sus vidas, ya que ella nació con un poderoso don.
Pero no todo será felicidad en su camino, pues las cosas se complicaran cuando un nuevo mal despierte y amenace con r...
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Tomoyo tenía la mirada fija en el mago mientras este se distrajo con el sonido de la campana de la escuela, Eriol volvió la mirada a su acompañante cuando noto que no tenía planeado volver a clases sin escuchar lo que él tenía para decirle.
—No se como decirlo en palabras así que será mejor demostrarlo—dijo Eriol antes de acercarse a Tomoyo
El mago la miro a los ojos antes de tomar su mano con el mismo impulso y un golpeteo incontrolable en el pecho se acercó para besarla. Era todo lo que podía hacer, Eriol no se caracterizaba por ser un chico cursi ni tampoco muy expresivo, su actitud misteriosa e impresionante inteligencia siempre le habían dado el papel de chico tranquilo y reservado, un papel que ahora había olvido casi por completo al actuar por instinto en lugar de razonar.
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El resto del día fue normal, sin presencia de una nueva carta ni nada fuera de lo común en las clases, solo lo habitual de no ser por dos razones.
La primera las miradas que Tomoyo y Eriol cruzaban cada vez que podían, ambos estaban nerviosos con la presencia del otro y no sabían cómo ocultarlo.
Lo segundo iba relacionado con lo primero y es que la actitud de ambos se debía a que no terminaron de hablar después del beso y tan solo con el recuerdo de aquel beso les ponía las mejillas de color ha ambos.
