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Sunwoo estaba frente a mi, sentando en un restaurante de comida rápida, no habíamos pedido comida más que un par de refrescos. Aunque no había tocado el mío, y tampoco planeaba hacerlo.

Habíamos terminado allí gracias a las temperaturas, pero eso no cambiaba mucho la situación.

Sentía tantas ganas de vomitar.

No quería que esta fuera la última vez que nos viéramos, pero sabía que así sería.

–Soy trainer en una empresa finalmente– comentó jugando con su refresco sin mirarme.

Asentí.

–Lo sé– mantenía mi vista en el, intentando mantener un recuerdo por siempre de él en mi mente. Tenía un gran nudo en mi garganta.

Un silencio incómodo se formó entre los dos, hasta que el levantó la vista y me miro directamente a los ojos.

–Sabes, me gustabas—dejo salir.

Asentí, recientemente ese rumor corría por el instituto.

Recientemente me estaba enterando.

–Sunwoo...— mis ganas de contarle algo fueron interrumpidas por él.

–Escucha, en realidad todavía me gustas pero no puedo perder esta oportunidad, y los dos lo sabemos.– se recargó en la mesa.

Asentí dándole una pequeña sonrisa sincera, mientras sentía mi garganta incomodarme.

Nos miramos fijamente, esperando ver quien hablaba primero.

–Me gustas– mis ojos comenzaron a picar –y estoy consciente de lo que hablas, son oportunidades que no puedes desaprovechar– y pequeñas gotitas fueron saliendo sin mi permiso.

Sonrió y tomó mis manos entre las suyas.

–Eres una persona estupenda, deberías de saberlo. Eres hermosa y sabes hacer un montón de cosas– limpio con una de sus manos mis lagrimas.

Que agridulce momento.

Le sonreí mientras me ruborizaba.

–Cualquier cosa que hagas, se que lo harás bien. Así que por favor no te agobies tanto en tus pensamientos y cree en ti así como yo creo en ti, gracias por existir Sunhee– no pude evitar soltar sollozos por aquellas calidad palabras que el chico frente a mi me estaba dando.

Realmente, era algo que necesitaba y que nadie se atrevía a decirme.

Cree en ti, como yo creo en ti.

Ah, que tonta fui todo este tiempo. Siendo tan ciega y celosa de los sueños de los demás, cuando el mío siempre estuvo allí, o al menos eso me gusta pensar en este momento.

Sunwoo realmente había aparecido en mi vida cuando más lo necesitaba. Me sentía dependiente de sus palabras, pero más que de sus palabras fueron sus suaves labios quienes se robaron mi corazón, con ese corto y liguero beso que dejó en mis labios.

Lastima que esta sería la ultima vez que nos veríamos.

Aun así, gracias por hacer sentir a mi corazón esa calidez.

MARCH// the boyz; SunwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora