R.E.M || Yoo Kihyun

-T W O-

↬Chico, eres un sueño para mi.☪

Julio 15, 2009. Seúl, Corea del Sur.

Estos años están siendo realmente agotadores para mi. Ya diecinueve años, casi veinte, y sigo sin saber quién es la persona detrás de mis sueños...

Esta vez, para mi sorpresa, aunque no sé si fortuna, tuve un sueño distinto al de la bañera. En este sueño, podía verlo todo más tranquilo, desde una perspectiva más liviana que el ambiente tóxico que había en el aire en mi sueño anterior. Esta vez, pude ver a un chico recostado en mi pecho, mientras yo estaba mirando un programa de televisión, hasta que pude ver mi cara en ella. Fue ahí cuando entré en pánico.

No podría decir que era el mismo chico, ya que tenía el pelo de un color naranja, completamente diferente al de la primera vez. Yo lo miraba un tanto alterada al leer un nombre que no era el mío, con una foto mía, pero mucho más producida, la cual juraría no haberme tomado nunca. A mi lado, había una foto del chico que me acompañaba, pero no podía distinguir el nombre, solo su cara.

¿Así que esto es lo que llaman amor a primera vista?

Le envié un mensaje a Jonghyun, contándole este sueño tan raro. No podía creer que después de tanto tiempo, siguiera soñando este tipo de cosas. Aunque esta vez no sea tan sangriento, sé que me estaba metiendo en problemas, y ni siquiera era consciente del año en ese entonces.

Me sentí rara al tener a ese chico en mi pecho, tan relajado y tranquilo, como si se sintiera a salvo en mis pequeños brazos. El sólo hecho de recordar su estancia en mi pecho, me hace poner nerviosa, ¿Quién demonios es este chico? Me estoy volviendo loca por saber.

Tenía que ir a la universidad y, nuevamente, tenía a mi madre aclamando por Luna Butera. Ahora es cuando me pregunto, ¿Por qué elegí el turno de la mañana?

Trabajo de medio tiempo, estudios cerca de las cinco de la madrugada. Realmente había noches en las que no dormía por estar haciendo tareas y podía ver que al mantener mi mente ocupada, aquel chico ya no se encontraba tanto en mi cabeza.

Desde que Jonghyun debutó, me veía obligada a hablar sobre mis sueños con la pared, o enviarle un mensaje que quizás conteste en veinticuatro horas o más.

Mis noches de insomnio eran interminables, lo cual me gustaba porque no tenía que estar ocupando mi cabeza en cosas que no sean del trabajo o el colegio.

Quería dejar de pensar en ese chico.

Pero empezaba a hacerse imposible. De alguna manera u otra, su voz gritando mi nombre siempre terminaba en mi cabeza. Ni siquiera sabía su edad, pero no me iba a gastar el tiempo en buscarlo, después de todo, eran solo alucinaciones. O eso creo.

La clase de informática, sin duda, la más aburrida. Aún sigo sin entender por qué tenemos que ver informática en una carrera de filosofía. Quizás para que investiguemos mejor sobre la vida de Jaron Lanier y de que se volvió tan conocido por no usar redes sociales, aún siendo un filósofo informático. Es completamente absurdo.

Desde que Jonghyun se fue, lo único que hago es aburrirme, escribiendo canciones que seguro nadie escucharía. ¿Por qué sigo una carrera si no es lo que me gusta? Es decir, amo la filosofía, pero creo que mi amor por la música es mucho más potente.

Sinceramente, me siento sola, pero no por mucho tiempo.

Hace unos años, mi madre conoció a un señor de su edad, y al parecer son pareja, así que la mitad del tiempo me la paso en su casa.

Hoy mismo tenía que ir a almorzar a casa del novio de mi madre, lo cual me parecía fantástico ya que ir a su casa significaba ver a Im Changkyun. Él y yo nos llevamos realmente bien. Parecíamos hermanos de toda la vida.

El hermano que nunca tuve.

Realmente me caía bien, era muy gracioso, y aunque tuvimos nuestros malos encuentros al principio, una vez que lo conoces, sabes que es una persona super talentosa y carismática.

Podía ver desde lejos su pasión por la música; realmente era bueno en lo que hacía, y se nota lo mucho que le importa la música. Después de todo, parecía que ambos compartíamos pasiones, y por esa razón empezamos a juntarnos.

A la salida de la universidad, pude ver un auto detenido frente a la puerta de salida, y un Changkyun apoyado en la puerta del piloto, que obviamente no ocupaba él, ya que solo tenía trece años. Pude ver como su mano se elevaba para saludarme y se acercó a mi.

─Pero miren a quién tenemos aquí. A la famosa Choi Hyunbyung.─ Musitó con aires de grandeza, provocando que yo riera.

─¡No lo puedo creer! ¡Es el gran Im Changkyun!─ Le seguí el juego, y ambos estallamos a carcajadas.

Me subí al auto, el cual era manejado por su padre, y marchamos directamente a su casa.

Debo admitir que, para tener trece años, era un completo genio, mucho más maduro que personas de mi edad. Me sentía cómoda hablando con él. Era como hablar con Jonghyun cuando estaba siempre para hablar conmigo.

De un momento a otro, pensé en mi sueño. No sé por qué, pero tenía la sensación de que Changkyun también estaba ahí en la sala. No sabía si preguntarle, pues parecería muy estúpido de mi parte de repente llegar y preguntar por un chico de cabello naranja, cuando ni siquiera era este año el que transcurría en mis sueños, así que solo lo dejé pasar.

─¿Sabes? Mi abuela solía ponerme una canción muy de moda cuando yo era pequeña.─ Me acerqué a la computadora de ese momento, y coloqué la canción "love love love" de Kim Hyunsik. Escucho una leve risa detrás mío.

─¿En serio escuchabas esto?─ Yo también suelto una pequeña risa, nostálgica por los recuerdos de cuando cantaba esta canción con mi abueela.

─Era lo que estaba de moda en su momento.─ Hago un poco de silencio y suspiro ante esos recuerdos.─ Mi abuela decía que cuando fuera mayor, esta canción me iba acompañar a todos lados, y tenía razón, lo hace.─ Un peso se apodera de mis hombros, sin antes pedir permiso, escalando por mi columna vertebral y una pregunta que vagaba en mi mente.

¿Qué tan cruel debes ser?

Puedo sentir como los brazos de Changkyun se envolvían alrededor de mi cuerpo, como si comprendiera mi sentimiento.

─Al principio pensé que mi padre solo estaba cambiando a mi mamá por otra persona, pero te conocí y creo que la mejor decisión que tuvo en todo el año, fue abrirte las puertas de mi habitación.─ Recordé mi primera vez entrando aquí. Él no quería verme prácticamente. Me obligaba a alejarme, a dejarlo solo y llorando solo porque él lo pedía.

Lo entendía a la perfección. Después de todo, yo también sabía lo que era perder alguien a quien querías mucho.