R.E.M || Yoo Kihyun

-N I N E-

↬Estás como; "¿Te quiero? ¿Quién empieza una conversación así?" Nadie más que yo.☪

Diciembre 20, 2014. Seúl, Corea del Sur.

Desde que escribo en este diario, he recordado muchas cosas que realmente no me gustaría recordar, pero si quiero hablar de mi vida, tengo que hacerlo.

Oh querido diario, si supieras todo lo que ha sucedido aquel veinte de diciembre de dos mil catorce.

Quizás, ni siquiera Kihyun lo recuerde.

Creía que lo tenía completamente olvidado, pero buscando cosas que contar, pude darme cuenta de que si no lo contaba, esto estaría incompleto.

El hecho de haber ganado la competencia, no quitaba la terrible idea que tuvo el productor principal cuando a todas nos llegó la noticia de que debutarían a un grupo masculino.

Era de esperarse, pero a mis jóvenes veinticinco años, creía que podrían formarse dos grupos o incluso un grupo mixto.

Fue muy estúpido de mi parte pensar que tendría esa oportunidad de debutar, después de todo, estaba cerca de la "edad de jubilación."

Pude verme ahí, sentada en una litera de metal, con un colchón lleno de sábanas hechas un lío.

Pude ver como Kihyun se acercaba a mi e intentaba consolar mi llanto.

─Yo creo que eres realmente buena, sólo que ellos no saben apreciarlo.─ Tomó mi barbilla y me acercó a él un poco, hasta que pude escuchar que por un megáfono estaban llamando a alguien.

─Lee Jooheon y Yoo Kihyun favor de presentarse en la sala de ensayo.─ Muy en el fondo, sabía que esta iba a ser una despedida; que no iba a volver a verlo jamás. O eso pensaba.

─¿Sabes? Yo soñé con este momento.─ Su cara estaba tan cerca a la mía, que sentía la necesitad de susurrar.

─¿Y yo que hacía?─ Creo que se esperaba otra respuesta, en lugar de la que recibió.

─Te ibas.─ Lo miré a los ojos y reflejé mi tristeza en los míos.

─No sin antes darte esto.─ Y así fue, nuestro primer beso. Yo no podía creer que en un momento tan abrumador como este, él fuera capaz de sacarme cualquier mal con solo su presencia y sus caricias.─ Ahora sí, tengo que irme. Seguiremos hablando, ¿Prometido?─ Preguntó y asentí, sin estar completamente segura de qué iba a pasar luego de esto.─ Te voy a extrañar mucho. Te quiero, no lo olvides.─ Dijo para tomarme las mejillas y volver a juntar nuestros labios que tan bien encajaban juntos.

Y se fue, sin mirar atrás.

Para cuando él volviera, yo ya no estaría aquí. Era completamente estúpido llorar, ya que eso no lograría que pudiera volver a esos antiguos momentos en los que la empresa nos ilusionaba con mentiras.

Tomé un bolígrafo, un papel y escribí lo que sentía en ese preciso momento.

Recuerdo con exactitud mis palabras.

"No soy capaz de esconder que sí me dolió esto que nos hicieron. Me parece completamente injusto que tengamos que irnos sólo porque no supieron controlarse con las ilusiones que nos vendieron. Creía que tú y yo podríamos terminar juntos, realmente lo deseaba.

Creo que es momento de decir hasta luego.

No sé a dónde iré, sólo el destino lo sabe. Al igual que sabe si tú y yo volveremos a vernos. Realmente deseo volver a verte.

Te extrañaré cada noche, y te pensaré todos los días que no estés a mi lado.

En serio te quiero, Kihyun, y sé que es difícil para ambos, pero el destino ha hablado.

Nos volveremos a ver... Espero.

~Luna.♡"

Me dirigí a la habitación que Kihyun compartía con algunos de los chicos, y dejé la carta bajo su almohada.

Volví a tomar mis maletas, y salí de ese lugar, ahora llamado viejo recuerdo.

Creía que ir a casa sería algo bueno, porque podía ver a mi madre, a Changkyun y a mi padrastro para ese entonces. Pero no.

Al llegar, lo primero que recibí fueron preguntas abrumadoras de parte de mi mamá, sumadas con palabras muy dolorosas para mi.

Ver a mi propia madre cuestionarse por qué no fui capaz de pasar, haciendome quedar mal frente a su esposo y mi hermanastro. Verla diciéndome que desde siempre pensó que no iba a poder. Estaba decepcionada de mi, y yo también lo estaba.

Ese día tuve mi primer ataque de ansiedad.

Luego Changkyun, pidiéndome perdón por haber entrado a No.Mercy, justo después de que nos hayan sacado a todas las mujeres y a un rapero.

Haberle mentido diciendole que todo estaba bien cuando nada estaba bien, y lo único que quería hacer era llorar hasta dormir o desaparecer.

Tuve que decirle a Changkyun todo lo de Kihyun, sólo para poder decirle que cuide de él, y para darle algo especial. Aunque yo no estuviera ahí con él, tendría un pedazo mío con él a su lado.

Un brazalete, realmente muy importante para mi.

Quizás no sea tan grande como el oso de peluche que me había regalado unos días antes, pero era igual de significativo e importante. Quizás, en un futuro, volvamos a vernos y él lleve ese brazalete.

Quería pensar que así sería.

Y así fue, pero me estaría adelantando mucho en el tiempo si te lo cuento ahora.

Ese mismo día hable con Esther sobre que no había podido pasar y, ahora que no podía debutar, no tenía trabajo y no podía seguir dependiendo de mi madre.

Fue ese día, entonces, en el que tuve que caer en la realidad, y dejar de pensar en cosas que no pasarían.

Ese mismo día en el que Esther me dijo que en su trabajo buscaban empleados; tomé una decisión muy importante en mi vida.

Volver a empezar, por segunda vez, de cero.

Esta vez, en Dallas, Estados Unidos.

En los próximos cuatro días estaría volando para reencontrarme con mi mejor amiga, para trabajar junto a ella en una oficina, dejando todo de lado y ahogandome en mis sueños.

Fue entonces, cuando todo cambió.

Mi vida dejó de ser tan feliz y optimista. Tuve que adaptarme nuevamente a un lugar completamente nuevo, y mis sueños volvían a atacarme. Nada era lo mismo. Necesitaba algo. Necesitaba a alguien.

Y no hace falta aclarar que ese alguien era él.

Un mensaje, una despedida.

"Te quiero."

Era lo último que pude ver en la pantalla de mi celular, antes de abordar el avión que me llevaría hasta el otro lado del mundo.

Sabía que no iba a leerlo hasta altas horas de la noche, ya que era el único momento en el que podía tomar su celular y responder los mensajes que le llegaban a lo largo del día.

Incluso a veces, ni siquiera los leía.

Recién llegada a Dallas, nuevo número de teléfono, nuevo trabajo, nueva vida.