Inmaculado

La idea

No tengo un nombre o un apellido, cualquier apodo con el que quisieras esclavizarme sería  incorrecto, soy como una mentira, que no existe o que es incapaz de ser contundente como de carne y hueso  puesto que lo que soy no es un ser sino algo, un algo intangible, un algo ilimitado, que está fuera de los estándares reconocidos, por lo que la excentricidad de mi propia misteriosa existencia me vuelve poderoso,  lleno de pasión y potencial capaz de lograr méritos imposibles, méritos que solo lograría la ficción, la imaginación y la mentalidad, una mentalidad que por sí sola es vaga y débil pero unida, está mentalidad colectiva me da el poder de existir, de vivir y respirar el aire que todos respiran y comer la comida que todos comen y sentir la carne que todos sienten, no cabe duda que tengo un cuerpo pero no es este mi verdadero cuerpo es solo una limitación más entregada por la madre naturaleza para forzarme a ser igual de decadente e insípido que el resto, pero es fuera de estas paredes, fuera de estas palabras donde mi esencia se manifiesta en cada duda que ronda por tu mente acerca de quién soy, en cada pregunta que te haces a ti mismo acerca de mí. Ya que lo único que me hace realmente existir es y siempre será la certeza que sobresale de la capacidad conciente de la mente humana que me libera de las cadenas que oprimen mis capacidades mis verdaderas capacidades, las cuales no tienen límite, porque soy un ser que no existe por lo tanto no existen límites, solo soy una idea, la idea.