Pobre niña tonta. Maldita. Viuda negra. Quemas todo lo que tocas. Vives de paranoias. Se te fue la olla.
Cuando piensas crecer. Dejar de jugar a ser adulta. Intentas sentir sin creer. No confías en que sea cierto porque al final todo se va a pique. Tienes miedo de que tu corazón una vez más se equivoque. Y así vives, con los ojos cerrados lejos de la realidad. Quien diría que te daba miedo la oscuridad.
Te has acostumbrado a tu querido pozo y le temes a ir hacia la luz para volver a hacerte daño. Temes salir de la piscina y tomar bocadas de una realidad que te invadiría los pulmones y los haría estallar, más que todo lo que has fumado en estos años. Ay, todo lo que hiciste sin pensar, un día tendrás que pagarlo, un día llamará a la puerta de tu conciencia, no puedes vivir en la inconsciencia, disociada hasta que la mentira sea cierta. Mierda incierta, que carcomía tus tabiques para que no te comieras tú la cabeza, y ahora mira deficiencia de moral en tu entorno, todo va mal, no hay una puta mano de la que puedas fiarte. No se si te hacían sentir más viva los cortes o el daño que te has hecho en el mundo de la noche. Pero no cambia la situación , un poco de dolor te da la sensación de que no esta muerto tu corazón.
Dime, porque ya no deseas el suicidio, ¿Porque tienes esperanzas en un futuro mejor? Esto solo ha ido de bar a en peor. Será que lo que está muerto no puede morir. Sigo esperando a verte como un fenix resurgir. Y tú ahí sigues, regocijándote en tus cenizas, llorando pesadillas antiguas, anclada a un pasado demasiado pesado para procesarlo. Con esperanzas vanas y mudas si no cambias la rutina con que te atas a la locura como única llave a los candados de las cadenas que tanto te pesan aun sabien que solo añaden mas a tu condena.
