Deseo Prohibido (Michaentina 💜)

Cincuenta y tres

Michael

Los días suelen empezar buenos para mí pero éste era una excepción, tengo sueño, frío (fiebre) y la garganta me arde por el dolor.

Sentado en la mesa como un zombie, escuchando las estúpidas conversaciones de mis compañeros que por cierto no han parado de hablar desde que yo elegí sentarme en este lugar.

Supuestamente estoy "desayunando" aunque no he probado nada de lo que hay en mi plato, apenas pude tomar un par de tragos de café, encima amargo y feo porque me lo preparó Ruggero, jamás voy a volver a tomar una decisión como esa.

No noté su presencia, solo algunos de los chicos estaban conmigo, no había rastro de las chicas.

— Tierra llamando a Michael Ronda, reportese.—

El italiano golpeó con una de sus manos la mesa, solo lo miré con fastidio y seguí deslizando la pantalla de mi celular para ver los mensajes de Twitter.

— ¿Que pasó Mike? ¿Porque esa carita?—

Soltó Jorge haciendo un puchero falso y mirándose con gracia con el italiano, el dúo dinámico burlándose de mi, ¿Mejor manera de empezar el día?.

— ah creo que ya se porque este chico se siente mal y aislado de el mundo, su chica no bajó a hacerle compañía.—

Volvió a hablar Ruggero, lo quise matar con la mirada, el me contestó con silencio, negación y luego risas acompañándose con el chileno sentado frente suyo.

Volví a analizar y contestar algunos mensajes en Twitter, hacia días que no entraba y tenía que empezar a promocionar mi gira por México que tendría luego de terminar con "soy luna".

— ¡Valentina Valentina! ¡Vení que tú chico te necesita!.—

Sentí los gritos de el italiano llamándola y refiriéndose a mi.

La rubia se percató segundos después de quién la llamaba, se peinó su cabello hacia atrás  y dejó de hablar con Melissa para caminar hasta nuestra mesa.

— ¿Que pasó?—

Preguntó ella, reí al sentir sus manos alborotando mi cabello, me dió un beso en la frente el cual no me lo esperaba, levanté mi vista y me encontré con sus ojos mirándome fijo.

— Me siento mal.—

Me quejé, la voz apenas me salía y muy ronca.

— ¿Que te duele? ¿Tenés fiebre?—

Sonó preocupada, me tocó la frente para sentir si mi piel estaba caliente y entrecerré los ojos, nuestros compañeros nos miraban con ternura y claramente llegó el comentario de Ruggero, el que nunca falta.

— ¿Cuando confirman que están juntos? Ya es hora chicos.—

Ambos lo miramos con odio, aunque en el fondo pero muy en el fondo tiene un poco de razon.

Pero aún no podría saber que especie de relación tenemos Valentina y yo, no somos ni "novios" ni tampoco solo "amigos".

— Les debe carcomer la culpa por eso no lo hacen..—

Evité mentalmente el comentario de el chileno, luego de la pelea que tuvimos aquella vez me agarró un poco de odio a mi y cada vez que puede suelta comentarios opinando sobre mi relación con la rubia.

Claramente se puso de el lado de Ana, su "amiga".

Oídos sordos Mike, oídos sordos.

— Voy a buscarme algo para desayunar, ¿Querés algo?—