Blue Fire. ( Grindelwald )

Capítulo 4

- Pensaba que eras mi amigo- dijo Credence llorando. Se me rompió el corazón al escuchar eso.

- Credence eres... Una gran persona con un gran corazon. No dejes que te ciegue el odio. Percival solo intentaba ayudarte...- dije yo

- Me traicionó- gritó Credence y volvió a transformarse en obcurus

Corriendo fui hacia Gellert y de un empujón le aparté del obscurus y este salió a la calle.

- Oh no... Esto no es bueno- dije- ahora Credence destruiría toda la ciudad y los nomags sabrán de nosotros.

- Debería haberlo sabido- empezó Grindelwald- él era un obscurial... Ya no confía en mí...

- Grindelwald volveremos a hacer que confíe en nosotros- le dije acercándome a él- todo saldrá bien.

- Gracias Scarlett- dijo y me cogió de la mano- tenemos que irnos a parar a Credence.

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Todos los nomags de la ciudad corrían de un lado para otro intentando no ser asesinados por el obscurus. La ciudad estaba destruida. El mundo mágico había sido descubierto.

Miré hacia la derecha y vi como los trabajadores del ministerio de magia hacían una especie de cúpula para que nadie pudiese entrar ni salir de donde estaba el obscurial.

Miré hacia la izquierda donde Gellert estaba enfrentándose con Propertina Goldstein, una antigua aurora.

Fui corriendo hacia donde estaban haciendo la cúpula y sin que me vieran me metí dentro. Fui hacia la entrada del tren subterráneo que era allí donde se encontraba Credence.

Cuando bajé una especie de humo negro abundaba en el lugar, estaba calmándose.

- Credence- le dije con voz suave- se como te sientes. Un chico inocente que está atrapado en un mundo cruel. Nosotros podemos ayudarte. El hombre que te ayudaba, Percival, hizo algo que no estaba bien. No debería haberte hablado así. Pero será peor, si los del ministerio vienen y te ven así te matarán. Vente con nosotros...-

A medida que decía esto se iba transformando en su firma humana. Un chico llamado Newt Scamander apareció. Él también le hablaba bien, hacia que se calmase más todavía. Todo iba bien hasta que llegó Gellert y empezó a lanzarle hechizos a Newt.

- ¡Ge...Percival no!- le grité viendo que Credence volvía a transformarse- puede que no esté de nuestro lado pero está ayudando a que no destruya la ciudad.

Pero el nos escuchaba y de un momento a otro aparecieron los del ministerio con la ministra Serephina. Estos empezaron a lanzar hechizos al obscurus hasta el momento que desapareció y solo quedaron restos de humo negro.

Luego a Gellert le empezaron a atacar todos los del ministerio juntos y yo intervine. Me posicioné al lado de Gellert y también lancé hechizos a los hombres. Casi que íbamos ganando cuando un animal que salió de la maleta se Newt nos apresó y nos tiró al suelo.

- Accio- dijo Tina, quitándonos las varitas

- Revelio- dijo Newt a Gellert

La forma física de Percival Graves pasó a ser la de Grindelwald. Dejando a un hombre rubio con un hojo azul y otro marrón. Era demasiado guapo...

- ¿de verdad creéis que podéis retenerme?- preguntó con tono de superioridad Gellert a la ministra

- haremos lo posible señor Grindelwald- respondió ella- y tú... ¿quién eres tú?

- parece que era una seguidora se Grindelwald- dijo uno- deberíamos encarcelarla también.

- No- dijo Gellert- ella no tiene nada que ver en esto, solo estaba conmigo porque sí. No tenía idea de cuales eran mis planes.

Yo iba a replicar cuando Gellert negó un poco con la cabeza como diciendo que me callase.

- Vamos llevárselo- ordenó la ministra

Cuando nos levantaron a Grindelwald y a mí del suelo y me quitaron las cosas que me mantenían presa Gellert habló.

- Dejadme despedirme- y dicho esto me besó. Fue... No se expresarlo con palabras. Nos separamos por culpa de un hombre que tiraba de Grindelwald para llevárselo. A mí se me escapó una lágrima.

- Te echaré de menos- dije con la voz rota apunto de llorar.

Él se fue no sin antes decirme que nos volveríamos a ver.

Ya no podía aguantar más y empecé a llorar. Newt se acercó a mí.

- No pasa nada, encontrarás a otra persona que te quiera- dijo él intentando tranquilizarme- él sabe como manipular. No es lo mejor.

Y cómo siempre me pasaba cuando tenía emociones demasiado grandes, me transformé en pájaro pequeño (de fuego azul) y salí volando de allí para no volver más.