Capitulo 2:

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Me sonrió y me hizo un gesto con la cabeza para que tomara asiento. Me senté apresuradamente para no hacerle esperar y él siguió hablando. Su mirada estaba fija en mi, como si yo fuera la única persona a la que le estuviera explicando su trabajo. Cuando terminó de hablar todo se volvió silencio. Comencé a dar aplausos lentamente y cuando la gente también aplaudió, imitándome, él me sonrió. Sonó la sirena del recreo y salí de la clase rápidamente. Caminé hasta el patio del instituto abriéndome paso entre los alumnos y me encontre con Alisson en la fuente, como lo hacíamos diariamente. La saludé y ella contestó con una cálida sonrisa.
-¿Cuándo quedamos?-Dijo ella, girando un poco la cabeza- ¿A las nueve?
-¿Para el Essbat*? Ok esa hora está bien.
-¿Ha pasado algo con Danae?
Me encogí de hombros y miré hacia otro lado. Caminamos juntos en silencio a través del recreo, hasta encontrarnos con Saúl, un chico al que yo le gustaba desde hace tiempo pero al que yo no podía corresponder. Nos saludó y me dijo: '' Hoy te ves muy bien! ''. Le agradecí el halago de mala gana, pero apreciando que me dijera ese tipo de cosas, ya que nunca otra persona me había dicho algo asi. Aunque no pudiera corresponderle, se había convertido en una persona muy especial para mi.
Seguimos andando, hasta que volvió a tocar la sirena y volvimos a clase.
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Iba de camino a casa con Alisson. Ya nos encontrábamos en mi calle. Giré mi cabeza hacia la otra acera y ví a Danae alli con sus amigos, mirando hacia mí. ¿Qué hacía él alli? El nunca iba por ese camino... Me acerqué a Alisson y le dije que le mirara. '' Eso es que te esta siguiendo, pillín! '' Le dijo ella dándole un codazo y sonriendo burlonamente. Me reí junto a ella y seguimos caminando. Llegué a la puerta de mi casa y saqué las llaves. Me despedí de Alisson y entre al bloque de pisos. Subí las escaleras y abrí la puerta de mi piso. Saludé pero nadie contestó. Claro, ¡¿como iba a contestar nadie?!: mis padres estaban de viaje de negocios durante un mes y medio. Fuí a la cocina y dejé la mochila y el teléfono en un taburete. Cogí macarrones que había cocido ayer y los metí en el microondas. El teléfono comenzó a sonar con mi tono de llamada. Era Alisson. Recogí el movil del taburete y descolgué el teléfono.
-Hola, Alisson. ¿Que pasa?
-Mientras tu entrabas, él te miro. Jajaja!
-¿Quien, Danae? ¿De verdad?
-Si! Me parece que en verdad si que le gustas, Nate.
-No lo creo, solo seran casualidades.-Estornudé-
-¿En serio eres tan idiota Nathan? ¿Cómo pueden ocurrir tantas casualidades con una misma persona? Te lo aseguro, está coladito por ti, jajaja.
-Bueno, si tu lo dices... - El microondas termino de calentar la comida-Bueno, tengo que seguir haciendo cosas. Nos vemos luego!
-Ok, adios señorito seductor.-se rió en una carcajada tímida y colgó.

Alisson, siempre tan amigable... Saqué el plato de macarrones del microondas y me senté en la mesa para comer. Mientras comía mi madre me mando un mensaje de texto para comprobar como estaba.
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Eran las seis de la tarde. Ya había terminado de estudiar y me estaba terminando de duchar; me estaba peinando y poniendome las gafas. El timbre de la puerta sonó y fui a abrir, terminando de abrocharme los botones del pantalón. Cuando abrí vi a Alisson, un poco aturdida y con el pelo despeinado y un poco mojado: me dí cuenta de que afuera estaba lloviendo. '' ¿Por qué has venido tan pronto? ¿Y qué haces toda mojada? Entra, rápido'' Le dije, preocupado. Fui a por una toalla y la tapé mientras ella se sentaba en el sofá del salón. Sacó su teléfono y busco con los dedos temblorosos algo. Me acercó el telefono a dos centimetros de mi nariz, y tuve que enfocar la vista para ver lo que ella me quería enseñar. Leí : "Historial de Búsqueda."
Seguí leyendo y me di cuenta de que era MI historial. Entre las páginas, habia una especial. Una de la que nadie debia saber. Alejó el teléfono de mi cara y me miró tristemente. Giro un poco su cabeza y su pelo mojado le tapó uno de sus ojos.
-Nathaniel, explícame esto, por favor.- permanecí callado y ella cogió el mando de la televisión- ¡Dije que me lo expliques, Nathaniel! ¡YA!
Sus ojos se llenaron de furia y desesperanza. Tiró el mando al suelo fuertemente y con un golpe seco y ensordecedor se hizo añicos. Alisson se levantó y se puso justo delante de mí, mirando a mi cara que estaba hacia abajo. Permaneció callada. Me dí cuenta de que debia contarle todo.
-Lo siento. Hice un hechizo prohibido en el que a través de una serie de sucesos aleatorios y fuera de la vida cotidiana, uno de mis deseos se hara realidad. Aunque si te digo la verdad, ahora tengo miedo. Miedo de lo que pueda pasar.
-Ya lo hiciste, - una lagrima cayó por su mejilla- puede pasar cualquier cosa. Prometeme que sobreviviremos a lo que pase.
-Lo prometo, aunque tengo una mala espina...

Decidimos ir camino hacia las afueras, donde celebrariamos la fiesta lunar. Cogí una gran mochila con todo lo necesario: cuchillo ritual, velas, cerillas, agua y sal, una campana, túnicas... Etc. y un paraguas para cada uno. Cuando llegamos, ya eran las diez de la noche y por lo tanto, había anochecido. '' Según la pagina web, el hechizo hará efecto a las doce de la noche hoy'' le dije a Alisson. Ella se quedo callada. Saque de la mochila una vela y la encendi con una cerilla. Ya había parado de llover. Solté la vela en el suelo lleno de hierba cortisima. Despues pusé otras tres, cada una en los demas puntos cardinales. Tragué saliva y me puse entre las cuatro velas, arrodillado en la hierba. Deje todas las cosas sobre el verde suelo y Alisson se agachó a mi lado. Miré hacía arriba: había una gran redonda luminosa, la unica luz que teniamos alli en mitad del campo. Alrededor de ella, un monton de estrellas se encendían y apagaban como las luces de un arbol de navidad. Decidimos comenzar con el ritual.
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Mientras Alisson recitaba una oración ritualistica, unos gritos a lo lejos, en la ciudad, comenzaron a oirse. Sonidos de ambulancias, helicopteros sobrevolando la zona. De pronto todas las luces del pueblo se apagaron y todo se quedó sumido casi en la oscuridad. Cogí una de las velas y la acerqué a los dos. No entendía que estaba ocurriendo. Un sonido de altavoz, segyramente transmitido desde un lugar común, se comenzó a oir desde todos los helicopteros que aún sobrevolaban desde nuestra ciudad hasta las demas que se podían ver en el horizonte. '' Habeis sido atrapados por un gran grupo de terroristas profesionales. Todo el país se ha convertido en rehen. Manteneros en vuestra casa y no hagais nada si no quereis morir.''

Alisson, a mi lado, se quedó petrificada. En ese momento, me acordé de él. Danae. Debía de tener miedo. Le dí a Alisson la vela y le dije que se escondiera por aqui, que no se moviera y que volvería pronto.
-Voy a ir a salvar a Danae. Ten cuidado por favor. Si pasa algo, llamame.

Alisson se metió la mano en el bolsillo en el que siemore tiene el teléfono, y cuando volvió a sacar su mano, estaba vacía. Sus ojos se abrieron como platos: había perdido su teléfono. Le dí el mio, y le dije que se lo quedara. Le asegure que ya encontraría una forma de comunicarme con ella. Recogí todo lo que llevaba en la mochila y decidí llevar el cuchillo en la mano. Salí corriendo con otra de las cuatro velas en una mano y el cuchillo en la otra. No se oía nada: todo era silencio. Mientras corría en la oscuridad, rezaba para que Danae estuviera bien. En unos minutos llegué a la ciudad. Seguí corriendo. No había nadie en las calles, y todas las luces estaban apagadas. Todas las ventanas estaban cerradas y las persianas bajadas. De vez en cuando, se oían chispas electricas qie saltaban de algunos cables. Llegué a la calle donde Danae vivía. Me pare justo enfrente de la puerta y respire hondo.
-¡Alto ahi!

Me gire. Era un hombre que llevaba ropa negra y una capucha que trapaba su rostro. Me ordeno que me quedara quieto. Levantó su mano y me apunto con una pistola. No sabía qie hacer en ese momento. Rapidamente, pensé en algo para distraerlo y, de alguna forma, hacerlo '' desaparecer''. Nadie se interpondria entre Danae y yo. Apagué la vela de un soplido y la tira a unos pasos de mi. Rapidamente salí corriendo en direccion al hombre, cuchillo en mano. Todo era oscuridad, pero yo había memorizado la posicion del terrorista y la distancía inicial entre el y yo. El hombre disparó. La bala rozó mi piel y desgarró la manga de mi brazo derecho y un poco de piel, haciendo que comenzara a sangrar. Seguí corriendo hacía el y cuando lo tuve a unos pasos de distancia, agarre el cuchillo con todas mis fuerzas y lo apuñale en el cuello. El hombre cayó en el suelo. Me dí cuenta de que podría ser yo el que estuviera muriendo en ese momento. Me agache encima de él y lo apuñake varías veces en el pecho mientras la sangre manchaba mi ropa, hasta k dejo de moverse. Se lo merecía.

Recogí la pistola y balas de recambio y las guardé en la mochila. Volví a encender la vela con otra de las cerillas. Me acerqué la puerta y empujé. Estaba abierta, por lo que no tuve que forcejear. Subí al segundo piso y me paré justo delante de la puerta del piso de Danae. La puerta estaba abierta. Cogí el pomo y mi corazón comenzó a acelerarse: esta a punto de entrar a su casa. Pero no importaba eso, lo más importante es que estuviéramos a salvo los dos.


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Aquí acaba lo que seria la introducción de la novela. A partir del proximo capitulo comienza la acción de verdad. Realmente espero que os guste💓. Si quereis hacer una critica constructiva para mejorar, os lo agradeceria muchísimo⬇✍🏻

Nahyonne315💕

Apaga las velasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora