Querido amigo:
Han pasado dos años ya desde la última vez que te escribí, no sé si aún estas con vida, ya que mis cartas nunca tienen una respuesta. Recuerdo que te pedí ayuda sobre un chico, si supieras todo lo que me ha pasado. Todo lo que he aprendido y sobre todo lo que he llorado, cuantas veces reí, cuantas veces desee desaparecer. Dos años es mucho tiempo, pero quiero decirte que al menos pude ser algo del chico 10, si, léelo bien FUIMOS NOVIOS, así que si se puede salir de la zona de "crush", aunque ya no seamos nada, seguimos siendo buenos amigos. Estamos relativamente bien, él tiene una novia muy pegajosa (todo lo contrario a mí) y pues me alegra muchísimo que así sea, te escribiré más seguido para ponerte al día con todo lo que he tenido que vivir estos largos dos años.
Para empezar estar en Fundametal yo lo describo como tener el periodo ¿Por qué? Porque pase por tantas emociones juntas, a veces lo veo como un infierno dónde sobreviví y aprendí tantas cosas, sobre todo como sentarme con Judas en la misma mesa sin que eso atormente mi paz. Al inicio todo iba bien, tenía dos amigas, éramos las 3 para arriba y para abajo siempre. Las 3 aprendimos mucho sobre cosas de la vida. Fuimos felices durante un efímero tiempo.
Kathe era muy religiosa y muy amable conmigo, todas las mañanas compartía su desayuno conmigo porque yo nunca llevaba desayuno (razones obvias, no tenía para desayunar), esa niña salvo tantas veces mi vida que agradezco tanto a la vida por cruzarla en mi camino, pues muchas veces moría de hambre y ella nunca dudaba de compartir lo suyo conmigo, si amigo, la situación en mi país era muy fuerte, mis hermanos no trabajaban, yo era la única que con esa "beca" estudiaba y me pagaban por ello, por eso siempre intente cuidar todas y cada una de mis notas.
Yorge era más liberal, más alocada en un día se ganó el odio de todo el salón, a ella había que tenerle mucha paciencia, sus bromas solían ser muy pesadas, pues tenía un humor negro que nadie toleraba, solo nosotras tres... hasta que eso cambio un día.
Hice que todos dejaran de odiarla y desde ese día mi vida descendió. Ella era otra persona, para tener la atención de todos, básicamente me humillaba, le encantaba hacerlo. El bullying nunca cesaba, así como el dolor en mi pecho, me dolía porque una vez la considere amiga y semejante traición y decepción, no sé lo iba a perdonar nunca. Solo éramos Kathe y yo, te preguntaras ¿Por qué no socializaba con alguien más? La respuesta es sencilla: No somos compatibles ¿en qué sentido? En todo. Mientras ellos pensaban en irse de fiesta todos los fines de semana, yo pensaba en estudiar y descansar, limpiar y demás quehaceres del hogar, mientras ellos solo pensaban en sexo, yo solo estaba concentrada en cómo alcanzar mis metas trabajando fuertemente. Todos eran despreciables y demasiado inmaduros, me pregunte ¿Cómo pude tolerar tanto tiempo a esa gente? Me rompieron en mil fragmentos y ya te cuento el porqué.
Un día hacia demasiado frío para mi gusto, ni suéter tenía por lo que me abrazaba a mí misma para darme un poco de calor, estábamos con la profesora que más me encantaba, era muy filosofa y positiva y me encantaba que todo eso lo transmitiera en cada clase, porque de cierta manera me ayudaba a no caer cada día más. Estaba dando una breve explicación de lo que hacen las hormonas femeninas y de cómo actúan las "jovencitas" de hoy día, ninguna novedad pero ella hizo una demostración y todo para que quedara más claro. Sorbí de mi nariz aguada, me sentía de cierta manera mal, más caliente de lo normal, el frío me estaba consumiendo, quizás tenía un poco de temperatura, cuando de repente.
―¡Esa es ella! ―grita Yorge a mi lado, claramente señalándome, la profesora estaba dando una explicación de cómo las mujeres se alborotan al ver a los hombres y Yorge dice muy fuertemente que soy yo ¿en serio esto me estaba pasando? Todo el mundo enmudeció y me miraron. Odio esto. Odio aquí. No me gusta la atención, hasta el silencio de la profesora me mato. Mis ojos se cristalizaron, porque hasta hablar requería un esfuerzo, Yorge me miro con confusión, sin entender porque la reprendía con la mirada―. No lo dije en ese sentido.
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Cartas
Romance"Esta carta que te escribo no la tires en un rincón porque la tinta es mi sangre y el papel mi corazón". Anónimo.