Capítulo 6: Manos frías.

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La campana colgada en el costado de la oficina de dirección era sacudida con fuerza, indicando que era el inicio de una nueva jornada de clases, los estudiantes se dispusieron a correr apurados por llegar a las respectivas aulas del pequeño instit...

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La campana colgada en el costado de la oficina de dirección era sacudida con fuerza, indicando que era el inicio de una nueva jornada de clases, los estudiantes se dispusieron a correr apurados por llegar a las respectivas aulas del pequeño instituto, contrario a los dos chicos que aventureros se dirigían con sigilo por el terreno nevado que llevaba al cementerio continuo, haciendo de su primer día de clases un día de completa rebeldía.

Ambos desafiando a todo a su paso, no les importó sus estrictos padres, aquellos que velaban por su educación como si su vida dependiera de ello.

Una de las cosas que a Jungkook y Jimin los desesperaba en demasía.

Sus padres siempre argumentando que su educación era primero que cualquier otra cosa y que era la única herencia que les podían ofrecer, el padre de Jimin era un hombre difícil, por lo cual este mismo nunca se atrevía a llevarle la contraria.

Los dos adolescentes se dirigieron al memorial más alto, usándolo como escudo ante cualquier mirada curiosa que pudiesen obtener, eran solo ellos dos, los mejores amigos desde inicios del instituto.

Solo ellos dos contra el mundo y un cigarrillo haciéndoles compañía en su fugaz aventura.

A su vez, desde el gran ventanal del instituto, aún siendo precavidos de las miradas, un chico los observaba a la distancia, sonriendo al ver a sus amigos ser de aquella manera tan peculiar que nadie entendía a excepción de él, para Taehyung la relación de Jungkook y Jimin era algo especial, aún con todas sus actitudes raras eran los únicos que podían entenderle de la misma manera en que ellos dos podían leerse, Taehyung era un chico cálido, siempre siendo parlanchín y cariñoso con cualquier persona que le diera una pizca de confianza.

Para Jungkook y Jimin eso nunca significó una rareza o problema, aceptaban al chico tal cual, eran los tres mosqueteros de aquel instituto siempre causando algún lío, eran siempre los chicos en detención o limpiando baños para compensar los daños que causaban.

Fue ahí en aquel ventanal que Taehyung descubrió la verdadera razón de la relación especial de aquellos dos amigos suyos.

Amor.

Era una palabra grande y quizá él estaba equivocado, no era amor como el que él sentía por ellos, un amor fraternal que lo haría protegerlos, o el amor que te hace sentirte feliz por las cosas buenas que suceden a tus cercanos.

Era amor de verdad, de aquél en el que das todo por aquella persona, donde son cómplices, amigos y amantes a la vez, aquél en donde no es necesario decir ninguna palabra porque la intensidad es tanta que sabes lo que la otra persona necesita con exactitud.

Fue ese gesto el que los delató ante los ojos de Taehyung, viendo como la nieve caía por sus rostros, no era necesario estar cerca de ellos para saber que las narices y labios de ambos estaban rojos por el frío, no era necesario mirarles para saber que Jungkook no llevaba sus guantes puestos, no era necesario porque él los conocía lo suficiente para saber que los había olvidado y también para imaginarse la reprimenda que Jimin le daría.

SIGHISOARA | KOOKMIN | FANFICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora