Namjoon miró el reloj de la pared del salón, marcaba las doce con cinco minutos por lo que le informó a Hoseok que era hora de partir.
Despedirse de Namjoon fue difícil, él le dio un gran abrazo, llenando sus fosas nasales de su colonia masculina y tabaco, Hoseok esperó con el corazón lleno de esperanza que se volvieran a ver algún día.
Al salir de aquella vieja casa, Seokjin se ofreció a acompañar a Hoseok a la estación de autobuses, el chico le había caído bien y no suponía un problema acompañarle unos momentos más, Hoseok rechazó su invitación amablemente, el moreno sintió que no estaba bien partir así nada más, su ser se sentía incompleto.
Sabía que había algo más importante que hacer que su boleto de las trece en punto.
Hoseok le dio un abrazo lleno de agradecimientos y de algo más que Seokjin no pudo descifrar, quizá era esa magia que las historias de amor dejan en tu cuerpo convirtiéndose en cosquilleos en tus manos y estómago.
Con la pesada carga de emociones en su cuerpo se dirigió a paso apresurado al túnel de escaleras que conducían a aquella iglesia en la colina, tan apresurado que no podía evitar subir los escalones de tres en tres.
Aquel túnel lleno de polvo y madera, su aliento se cortaba de ver los rayos del sol asomarse en hilos entre sus paredes, una imagen digna de recordar, digna de dejarte abrumado.
Echando un vistazo al instituto pudo imaginar claramente la silueta de un chico feliz de presenciar el amor de sus amigos, pudo ver la sonrisa resplandeciente de Kim Taehyung y sus ojos acuosos picar por el recuerdo.
No tardó mucho en llegar al memorial, plantándose frente a la pequeña tumba, dejándose caer de rodillas, mientras que con sus manos enguantadas limpiaba los copos de nieve que de nuevo se comenzaban a acumular encima de la lápida.
Casi de manera ceremonial se inclinó tocando con sus rodillas, palmas y frente la nieve en el suelo, dejándoles saber con esa reverencia, tan propia de su cultura, el agradecimiento a aquel descubrimiento que por mucho, le ha cambiado la vida.
Se le hacía difícil creer que apenas unas horas antes había estado allí, tan ignorante de todos los secretos ocultos detrás de la sencilla lápida, pero a la vez se sintió como si hubiera pasado un siglo.
Hoseok respiró profundamente, contemplando la lápida, leyendo sus nombres una y otra vez.
Jimin y Jungkook.
Jungkook y Jimin.
Mirando a su alrededor Hoseok contempló el lugar, nada había cambiado, pero para el todo su mundo giraba de manera diferente, nada era lo mismo, todo se sentía diferente, no puede evitar sentir curiosidad de todos los cuerpos que se encuentran en ese lugar, ¿Y si cada uno de ellos pasó por situaciones similares?, ¿Puede ser que cada uno de ellos vivió una historia de amor tan memorable como aquella?, fueron pensamientos que quedarían como una duda en su mente y en su corazón.
Hoseok se quedó en silencio por un momento, pero aún ante el silencio que no se sentía como tal, el viento soplaba tan delicado que lo podía percibir en su piel, de una forma cálida y que susurraba secretos escondidos durante siglos al oído.
Con nitidez el moreno pudo escuchar las risas de dos chicos de dieciséis años que aventureros y rebeldes se había escapado de sus clases a fumar un cigarrillo.
Escondidos detrás de las lápidas para no ser descubiertos, pudo sentir el amor desprendiéndose de aquel joven que cuidadoso soplaba su aliento en las manos de su único y verdadero amor, mientras que con su mirada se transmitían estallidos de esperanza.
Esperanza de un futuro feliz, con ellos juntos siendo los dos contra el mundo.
Dos jóvenes que se dan su primer beso, un beso lleno de amor que les hace tocar el cielo, vivir en el universo por un segundo y que les hace ser inmortales.
En ese momento, Hoseok colocó una de sus manos sobre la piedra helada.
Y con un hilo de voz, casi como en una plegaria, dijo:"Su historia ha sido contada."
Hola ser maravilloso que se tomó el tiempo de leer esta historia, para @Heeseok-ah y para mi @Forelsjket fue una gran aventura escribir y culminar esta historia, esperamos que fuese de su agrado y que en la posteridad recuerden a Jimin y Jungkook viviendo en las pieles de Emil y Xaver.
Una historia que merece ser contada ha llegado a su fin.
En cuanto a Hoseok, bueno, él tuvo mucho éxito después de escribir su primera novela que llevó por título "Travesías por Sighisoara", después de eso, dejó su trabajo y se dedicó a visitar pueblos e investigar historias como la de Jungkook y Jimin acompañado de su buen amigo Min Yoongi.
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SIGHISOARA | KOOKMIN | FANFIC
Fanfic"Cansado de la rutina y el estrés laboral, sediento de aventura, Jung Hoseok viaja directo desde Seúl, Corea del Sur, hasta un pequeño pueblo de nombre Sighisoara en Rumanía, donde encontrará la más grande de las aventuras, descubrir la historia de...