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Lo había visto entrar a la guagua y sentarse delante de mi pero el libro que estaba leyendo se me antojó más entretenido aparte no escuchaba nada por la música que escuchaba.

De vez en cuando subía la cabeza lo encontraba mirándome y sonriéndome pero igual volvía a mi libro. Pero luego dio la vuelta completamente y me hablaba enseñándome sus manos e igual yo iba pendiente cuando ponía las manos en la ventana. Me sonreía y quede boba por como me miraba y tocaba mis manos. También sentí sus manos en mis pantorrillas...

Hasta pare lo que hacía y le devolvía la sonrisa, era tan tierna y dulce tanto así que espero y nunca se borre ese brillo e inocencia de su mirada.

Cuando volví a levantar los ojos del libro el me decía adiós y le gritaba a su mamá que no lo dejara.

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Las madres deberían de vigilar con quien hablan sus hijos en la calle. XD

Desde mi Perspectiva  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora