KISSES キス REDDIE

6

el frío de aquella noche me hacía temblar más que eddie al sentarse sobre mí los sábados en la tarde, cuando su madre no está en casa.

estúpidamente me levanté del sillón que se encontraba frente a la chimenea, sólo por querer un poco de atención de parte de eddie.

recorrí la casa, esquivando a unos cuantos invitados, en busca de mi chico. el cual se encontraba en el patio trasero sentado sobre el suelo comiendo pastel de zanahoria.

-¿me abandonaste por un poco de pastel?- pregunté, fingiendo estar enojado, provocando que eddie se atragantara.

-y también por chocolate caliente.- contestó, tomando con su mano izquierda la taza donde se encontraba el líquido caliente y lo llevó a sus labios para beberlo.

reí al verlo chillar por haberse quemado la lengua. me senté a su lado y me dispuse a ver las estrellas.

afortunadamente, en el lugar que estábamos aún se podía apreciar el cielo tal y como era.

pasaron alrededor de 10 minutos en completo silencio, hasta que escuché la voz de eddie llamándome.

-¿qué pasa?- me giré a verlo, encontrándome con su rostro sonrojado mirando hacia sus manos, las cuales estaban metidas entre sus muslos.

simplemente levantó su mano derecha señalando hacía arriba de nosotros, donde se encontraba un muérdago.

sonreí mordiendo levemente mi labio inferior aún mirando el muérdago sobre nuestras cabezas. miré hacia los lados asegurándome de que nadie nos observara, tomé entre mis manos cubiertas por las mangas de mi suéter su rostro y uní mis labios con los suyos.

acaricié sus mejillas suavemente, tratando de transmitir todo mi cariño y aprecio en aquellas leves caricias.
sus labios se apartaron de los míos y su rostro sonrojado se escondió en el hueco entre mi cuello y mi hombro.

lo único que sentía sobre mi piel eran sus cálidos labios dejando pequeños besos y uno que otro jadeo por falta de aire en ese lugar, sin embargo, no se apartó para nada.

lo envolví en un abrazo, y besé su cabello al mismo tiempo que lo cepillaba con mis dedos.

las doce dieron en mi reloj y eddie se levantó para entrar a dar el abrazo de año nuevo, dejándome completamente solo.

me levanté y sacudí mi trasero, notando algo raro en mi bolsillo trasero; metí mi mano, encontrándome con una pequeña nota que tenía desde hacía varios meses.

sonreí al leerla y entré feliz a la casa, yendo detrás de el chico que provocaba que mi corazón se acelerara con sólo una sonrisa. Lo abracé por detrás, colando mi mano al bolsillo de su chamarra, dejando la nota para que la leyera después.

pasarían los años y eddie kaspbrak seguiría haciéndome sentir de la misma forma que la primera vez que lo vi.

-mels.