Capítulo 1

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Dos semanas después...

Una melodía incesante me despertó. Con los ojos aún cerrados busqué a tientas el móvil para apagar la maldita alarma y volver a dormir. Abrí los ojos para desbloquear el móvil y la realización me golpeó. Mierda, es lunes. Así que me levanté de un brinco para ser la primera en usar el baño y no tener que esperar. Eso era lo malo de mi casa, un solo baño , 4 personas, un rollo.

Pero para mi gran desilusión cuando llegué ya había entrado alguien. Golpeé la puerta.

-Quien sea que esté ahí dentro , ¡tengo que entrar...!

-Tranqui hermanita que no tardo.

-Tom, te conozco y vas para rato.

-Pues ve al aseo de abajo, no se que te cuesta, y déjame que así no me concentro y tardará más en salir.

-¡No seas guarro enano!

Y bueno , tardaba tanto que acabé yendo al aseo. Este niño siempre ganaba.

 Me vestí con unos vaqueros y una camiseta gris, nada que llame mucho la atención. Mi hermano había salido del baño y por fin podía entrar, eso sí , con un olor un tanto desagradable.

Me miré al espejo. Amara se que no te va mucho este rollo pero, si no haces algo con esa cara de zombie, no encajaras nunca. Así que me puse máscara de pestañas para resaltar un poco mis ojos azules , un poco de brillo de labios y bronceador en mi pálida piel. Después recogí mi pelo castaño cobrizo en una coleta y así estaba preparada para ir esa cárcel a la que llamamos instituto.

Después del desayuno , mi madre nos llevo a mi y a Tom a clase en coche. Eché una ojeada a mi hermano por el espejo retrovisor mientras escuchaba música de su ipod. Vaya , yo a los 11 años tenía suerte si me compraban un móvil de plástico lleno de gominolas. También miré su uniforme bien planchado e intacto, al menos por ahora. Había dejado de usarlo cuando pasé al instituto lo cual agradecí , no me gustaban nada. Además la falda picaba.

 Cuando llegamos bajé del coche y mi madre me despidió con un gesto con la mano y un estudia mucho, y ¡esfuerzate en matemáticas!.

Joder mamá... pensé un tanto abochornada, rezando por que nadie la hubiera oído.

En las puertas principales me esperaba mi amiga Kat ,alta, delgada , morena... le tendría mucha envidia si no fuera mi amiga , y nos conociéramos de toda la vida.

-Hola , ¡¡buenos días por la mañana!! - dijo Kat en tono alegre-.

-Vaya , con cuanto entusiasmo me recibes hoy, ¿a qué se debe esa repentina felicidad kat?.

-A que no sabes quién me habló ayer para invitarme a su fiesta...

-Em . Por el brillo de tus ojos al decírmelo puede que sea, no sé, un chico rubio...ojos azules... deportista. Al ver a mi amiga asentir repetidas veces lo tuve claro. Matt.

-Has dado en todo el blanco chavala, acabaremos juntos y felices verás.

-Sí, muy bien pero déjate de chavala y entra ya que tenemos que coger nuestras cosas. - Kat hizo un gesto de disconformidad mientras subíamos los escalones de la entrada-.

The Fire starterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora