Jamás deseé con tanto ahínco el olvido, pero mi realidad es que, cuando se ama como yo te amo, mi hoy queda reducido a una esperanza que dice "no sé qué fuimos, somos o seremos, pero quiero ser contigo". Y ese anhelo es combustible a mi necedad. No importa si es día, tarde o noche. No importa la compañía. Cuando se ama como yo te amo, el olvido que deseo, no acude... Se me escapa entre las manos, y caprichosa mi ilusión, me hace desearte y me hace pertenecerte sin mi autorización. Jamás deseé con tanto ahínco un olvido eterno, como tampoco deseé con tanta fuerza un amor eterno.
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F I N
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