ghostly | lrh [PAUSADA]

1 - Patán

30 de noviembre del 2016.
03:45 PM.

Maldigo al notar cómo todo mi pantalón se ha llenado de tierra en la parte trasera, pero no hago nada más que sacudirlo con mi mano. Volteo a ver hacia atrás, donde una familia ha llegado de imprevisto, con grandes ramos de flores y semblantes tristes. Veo alrededor y puedo notar que la mayoría de tumbas están adornadas de flores de todos los colores, la mayoría marchitas.

Dejo escapar un largo suspiro y por alguna razón, me comienzo a sentir realmente miserable, por lo que me dejo caer en el suelo, de nuevo, esta vez sin importarme que me vaya a ensuciar.

Bajo la mirada y aprieto mis labios en una fina línea al leer su nombre grabado en esa piedra de mármol. Mi corazón se aprieta al capturar la pequeña foto que nuestra madre ha decidido poner de él en una esquina de la lápida. Tan apuesto, el mejor de los dos. Ahora yace sin vida debajo de mí, literalmente, tres pies bajo tierra.

No sé por qué hago esto o siquiera por qué me encargo de pasar todo el jodido día acá, sentado, sintiéndome como el peor ser humano de la faz de la tierra, bueno, realmente sí sé por qué.

—No deberías sentirte culpable —escucho a mi lado la voz de una fémina. Volteo a ver y mis ojos captan a una chica pálida, va vistiendo un largo y feo vestido floreado hasta los tobillos y encima de este una chaqueta de cuero. Le lanzo una mirada de fastidio, pero ella no se inmuta.

— ¿Quién rayos eres tú? —escupo, comenzando a sentirme molesto con su presencia.

—Me llamo Solange Aldrich.

—Bueno, no me importa, vete, ¿Acaso no sabes lo que es el respeto? —decido levantarme para encararla, ella solamente está ahí, viéndome con esos grandes ojos verdes, puedo notar que debajo de estos habitan unas profundas ojeras—. Solamente vete —le digo, esta vez más calmado porque lo último que quiero es llamar la atención de los demás que están en el cementerio. Ella se encoge de hombros y yo niego, estoy perdiendo la paciencia. Bajo la mirada y la escucho suspirar pesadamente.

—Solamente quiero que sepas que Jack no quiere que te sientas culpable de su muerte.

Enseguida alzo la vista para verla a los ojos, mi respiración se ha detenidos por unos mini segundos y me obligo a respirar nuevamente. Esta chica, totalmente desconocida, me queda viendo directo a los ojos, con postura firme. Trato de recuperarme y cuando lo consigo, me acerco unos pasos donde ella y trato de mantenerme firme también, aunque lo cierto es que me estoy derrumbando.

—Púdrete —le digo con mi semblante serio. Aprieto mis dientes y luego me doy la vuelta, porque ya no deseo verle más.

¿Quién se cree ella como para decir algo como aquello? Es increíble, es una completa imbécil.

— ¡Espera! —escucho a mis espaldas mientras voy caminando hacia la salida del cementerio, no pienso detenerme, mucho menos voltear a ver quién es porque sé muy bien que se trata de esa loca de antes. Qué ganas de llamar a los de seguridad del lugar—. ¡Luke!

Entonces freno en seco. ¿Cómo diablos sabe mi nombre? Nunca se lo dije, jamás la había visto en mi vida. No me sorprendió tanto cuando dijo el nombre de Jack porque claramente este estaba grabado en la jodida lápida y ella pudo haberlo leído desde donde estaba, pero que esta completa desconocida sepa mi nombre ya es algo raro.

— ¿Cómo sabes mi nombre? —me giro para encararla, tengo mis manos hechas puños a cada lado de mi cuerpo, me estoy empezando a fastidiar más de lo normal.

La analizo rápidamente, veo con detenimiento esa expresión alarmada y cansada que posee, entonces bajo la mirada y mi ceño se frunce porque jamás había visto un vestido tan feo como el que ella trae puesto.

—Él me lo dijo —contesta entrecortadamente porque está cansada de haberme perseguido. La veo mal y confundido. ¿De qué diablos habla?

— ¿Quién es él? —me atrevo a soltar, entorno los ojos y me cruzo brazos.

Sus ojos verdes me ven en silencio, como si tuviese miedo de contestar y eso me hace bufar.

—Escucha, no te conozco, no te quiero conocer, estás arruinando más mi día, que de por sí es una completa basura, por favor, te lo pido amablemente, déjame en paz de una maldita vez —digo con tono neutro y lento para que ella pueda entenderme mejor, y al parecer lo hace porque solamente se cruza de brazos y me ve mal.

—Eres un patán.

— ¿Perdón?

—Eso, que eres un patán.

Estupendo, ahora esta desconocida ha decidido insultarme. Maravilloso.

—Oye, no sé quién rayos te crees pe-

—Ahora entiendo por qué Jack tenía que contar hasta 3 para poder recobrar su paciencia —me interrumpe con tono serio, como si escupiese con amargura sus palabras, y lo único que yo hago es retroceder un paso.

No entiendo nada, estoy confundido y frustrado con esta situación, ¿De dónde sacó eso? Quiero respuestas, pero tampoco sé si deseo escucharlas, o mejor dicho, escucharla a ella.

—Juro que si vuelves a mencionar a Jack otra vez tendré que llamar a los de seguridad para que te saquen a patadas —advierto y ella alza sus cejas gruesas y oscuras, deja caer sus brazos y asiente—. ¿Qué eres? ¿Qué quieres? ¿Acaso eres una estafadora que investiga personas para sacarles dinero?

— ¿Qué? No, no soy eso. Dios, dame paciencia —musita lo último, le veo negar rápidamente seguido de llevarse ambas manos hacia su oscuro cabello—. Vas a enloquecer, te lo diré todo, pero prométeme que no enloquecerás.

—Disculpa, pero la única loca aquí eres tú.

La pálida me ve seria y frunzo mi ceño cuando esta se acerca más a mí.

—Luke, promételo.

—No digas mi nombre, por favor.

—Promételo.

—Está bien, solamente quiero que ya te largues.

Ella asiente, ve alrededor de nosotros y yo hago lo mismo, un guardia caminando a unos cuántos metros, una familia cerca de una fila de lápidas, no hay gran movimiento.

—Digamos que puedo ver a Jack justo ahora —comienza diciendo lentamente, yo le veo estupefacto—. Soy eso que se le conoce como una psíquica.

Listo, ya está. Me ha colmado la paciencia.

— ¡Seguridad!

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El otro día estaba viendo niños psíquicos en tlc, y me dije que tenía que hacer una historia con ese tema, jaja. Si les gusta voten y comenten♡